El Área Natural Protegida (ANP) cumplió más de 18 días cerradas, sin que las autoridades confirmen una fecha para abrir el espacio a turistas que viajan desde distintas partes del mundo para conocer la llamada “playa más bonita del mundo”
Las movilizaciones para exigir el esclarecimiento y sanciones por la catástrofe ambiental que se registra en Balandra desde el 21 de agosto continúan en la ciudad de La Paz. Integrantes de la organización Viernes por el Futuro llevaron a cabo una marcha pacífica en el malecón de la capital con el objetivo de presionar a las autoridades.
En inmediaciones del paseo costero Álvaro Obregón, se congregaron uno a uno y llevaron a cabo una danza para representar la contaminación de la que fue víctima el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) luego del incendio y derrame de combustible del yate Fortius.
Exigen compromiso, cero impunidades; que no permitan que los propietarios del yate Fortius escapen de su responsabilidad sin resarcir el daño. Agregaron que es imprescindible que paguen las multas máximas establecidas por los marcos normativos.
“Las autoridades han incumplido con sus obligaciones de transparencia establecidas en la ley; han sido omisas y opacas con respecto a los planteamientos de la sociedad civil organizada. Hemos atestiguado la operatividad ineficiente con la que las autoridades de los tres órdenes de gobierno han atendido esa situación”, manifestaron.
Pidieron al gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, así como a diputados locales y federales, que intervengan y tomen cartas en el asunto, principalmente al momento de otorgar recursos que ayuden a la conservación y mantenimiento de Balandra.
Durante la marcha señalaron que, a más de dos semanas de la contingencia ambiental, las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Dirección de Balandra, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no han comunicado avances a la población.
Enfatizaron que la comunidad sigue sin tener certeza de estudios peritajes, visitas de inspección y vigilancia, y procedimientos que se han llevado a cabo desde el derrame de combustible en Balandra; tampoco se han dado a conocer las estrategias de reparación del daño.
Externaron su preocupación ante las declaraciones del gobernador donde utiliza el término “accidente” para referirse a la catástrofe, y ante el hecho de que ha rechazado aportar recursos estatales para Balandra.
“Esta narrativa a medias resulta ambigua, pues les quita peso a las responsabilidades de las autoridades en materia naval, marítima, ambiental en la preservación de daños ecológicos en zonas de gran importancia natural”, dijeron.
En este sentido, expresaron que lo sucedido en Balandra es tan solo un síntoma de la ineficiencia de las autoridades para asegurar un panorama climático estable para el futuro y que es la gota que derramó el vaso.