Balaceras, bloqueos, vehículos incendiados y muertos, el resultado del accionar criminal en Baja California, Ciudad Juárez, Zapopan, Ixtlahuacán del Río, Irapuato, Celaya y León. La violencia de grupos criminales se registró por enfrentamientos con autoridades o por disputas entre los mismos. Al menos once personas murieron en la ciudad chihuahuense y un sicario en Jalisco
Una estela de muerte, terror y pérdidas materiales deja una violenta semana en diferentes estados del país. Balaceras, bloqueos y numerosos vehículos incendiados es el resultado de la furia de una delincuencia a las que las autoridades no han podido reducir. Primero fueron Jalisco y Guanajuato, luego Chihuahua y ahora baja California.
Apenas el jueves 11 de agosto, murieron once personas en día negro para Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde miembros del crimen organizado llevaron a las calles las disputas que las principales pandillas armadas sostienen dentro del Centro de Reinserción Social (CRS) de esa frontera. Balaceras, ataques a la población civil, incendios y tiroteos sobre comercios, mantuvieron a la población durante casi diez horas.
Todo inicio a mediodía, al interior del penal juarense, donde dos reclusos del grupo de los “Artistas Asesinos” fueron ejecutados y los atentados se propagaron esa tarde hacia el exterior, registrándose los asesinatos de cuatro trabajadores de la estación Mega Radio en una pizzería desde la que hacían un control remoto. Después vinieron los ataques en contra de personas que estaban expuestas en la vía pública y los incendios a negocios.
La zozobra se apoderó de la ciudad norteña y comerciantes, ejecutivos, empresarios y educadores optaron por bajar las cortinas de sus tiendas, escuelas, maquiladoras, guarderías y todo giro comercial o educativo. Incluso los tribunales suspendieron actividades para que su personal, litigantes y usuarios de la justicia se resguardaran ante el riesgo de ser víctimas de balaceras o incendiarios.
En diversos sectores de Ciudad Juárez se registraron bloqueos de vialidades con camiones, camionetas y automóviles incendiados para obstaculizar la participación y el despliegue de las corporaciones policiales, mismas que se vieron rebasadas ante los atentados simultáneos en distintos sectores de la urbe colindante con El Paso, Texas.
Ya se contaba con el antecedente de lo ocurrido la noche del martes 9 de agosto en los estados de Jalisco y Guanajuato, donde se registraron bloqueos vehiculares con unidades que ardieron en llamas, balaceras y actos de terrorismo urbano en contra de negocios. El presunto motivo fue un enfrentamiento que sostuvieron elementos del Ejército Mexicano con miembros de dos células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en territorio jalisciense.
Los militares atendieron un reporte anónimo sobre la supuesta reunión de dos lideres de ese grupo criminal identificados como Ricardo Ruiz Velasco “El Doble R” y Gerardo González Ramírez “El Apá”, quienes aparentemente grabarían un “narcovideo” para mostrar el poderío del cártel a sus rivales, las autoridades y la población, reuniendo para ello a un importante número de sicarios y de vehículos en los límites de los municipios de Ixtlahuacán del Río y Cuquío.
Esa tarde-noche, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) arribaron al sitio con la intención de capturar a ambos líderes y sus huestes, pero fueron recibidos a balazos, por lo que al repeler la agresión abatieron a uno de los presuntos sicarios y detuvieron a otros cinco. Al verse sorprendidos y registrarse el enfrentamiento, los narcotraficantes ordenaron ejecutar bloqueos en la salida de la ciudad de Zapopan para evitar que llegaran refuerzos de soldados y policías.
Por ello los bloqueos con tres autobuses del transporte urbano que fueron incendiados se registraron en la carretera a Zacatecas, también llamada vía a Saltillo. En esa misma carretera, sicarios obligaron a una familia con una niña a bajar de su carro y enseguida le prendieron fuego. Otro auto particular y un camión refresquero fueron quemados en otros puntos. Lo mismo ocurrió en una tienda Seven Eleven. Incluso en las inmediaciones de Ixtlahuacán del Río incendiaron otros siete automotores para bloquear los caminos.
Después de que los líderes no fueron detenidos, las autoridades castrenses aseguraron 31 armas de fuego largas, cuatro ametralladoras y un arma corta, además de explosivos. Sin embargo, en el estado de Guanajuato se registraron reacciones por los mismos hechos, como fue la quema de otra importante cantidad de automotores, una gasolinería y por lo menos 25 tiendas de conveniencia OXXO, sin que se registraran víctimas humanas.
De acuerdo con Comunicación Corporativa de Femsa, 20 de los comercios fueron atacados en Irapuato, tres en Celaya, y dos más en la ciudad de León. En tanto, las autoridades guanajuatenses informaron que durante las primeras horas de los incendios fueron detenidas once personas que presuntamente participaron en los hechos, las cuales se encuentran a disposición de la Fiscalía General de Justicia durante la integración de la carpeta de investigación del caso.
Ricardo Ruiz Velasco “El Doble R” o “El RR”, es jefe del grupo elite del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) denominado “Los Delta”, que opera en las regiones Occidente y Bajío, generando violencia en los estados de Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y Zacatecas. Por su parte, Gerardo González Ramírez “El Apá”, es el jefe de la plaza que se encuentra en los límites de Jalisco y Zacatecas, entre los municipios jaliscienses de Yahualica de González Gallo y Teocaltiche.