A pesar de los constantes anuncios de alcaldes, secretarios de seguridad y la Gobernadora Marina del Pilar Ávila, de que todo está tranquilo y las fuerzas de seguridad están desplegadas, los ciudadanos tienen miedo, las calles lucen al 50 por ciento de su tráfico normal en Rosarito, a pesar de que se esperaba un fin de semana caótico, debido a los 50 mil visitantes que el festival Baja Beach Fest anunció para este municipio, durante el fin de semana del 12 al 14 de agosto.
En recorridos realizados mañana y tarde en Rosarito, en un lapso de cinco horas, el tráfico vehicular se mantuvo entre el 40% y 60% de un fin de semana normal, el tráfico peatonal fue aún menor. A pesar del calor, las playas equipadas con mesas y sombrillas listas para ser rentadas, lucían semi vacías.
La mayoría de los negocios abrieron en el bulevar Benito Juárez y las vialidades principales, sólo algunos pequeños comercios en las colonias y puestos ambulantes decidieron cerrar o no instalarse.
La única vigilancia que se pudo apreciar fue un grupo de militares en la colonia Lucio Blanco, la de mayor incidencia delictiva en la ciudad, y dos patrullas, ambas colocadas en los extremos de entrada y salida de las calles que se cerraron para el desarrollo del festival musical. La mayor actividad y movilidad en todo momento, se vivió en las inmediaciones del Baja Beach Fest.
“Ayer las calles se quedaron solas, pero aquí -Baja Bech Fest- todo siguió igual, estuvo lleno y los cantantes se presentaron, estaban muy tranquilos divirtiéndose, porque la zona estaba muy vigilada, aquí estuvo muy tranquilo, y esperamos que hoy sea igual”, expresó uno de los servidores turísticos instalados alrededor. Mientras al fondo se escuchaba ensayar a una banda grupera.