Ninguna autoridad encuentra la solución; los arrestan y regresan al lugar, ya que las personas se niegan a ingresar a un albergue
El arresto de indigentes en la zona de Playas de Tijuana ha provocado un bucle que no parece tener una solución a corto plazo. Se calcula que hay más de cien personas viviendo en cuevas y en palapas improvisadas a menos de 500 metros del muro fronterizo.
En el operativo más reciente, registrado a finales de junio, fueron evacuadas diez personas que la policía local presentó ante el juez municipal, mismas que recuperaron su libertad, pues la indigencia no es un delito, aunque sí es un problema social.
Los policías que llevaron el operativo en la parte sur de la delegación se sorprendieron por las construcciones improvisadas de palapas, casuchas de dos pisos y hasta un andador que fue demolido y que por meses funcionó como hogar para los indigentes, que aprovecharon el risco y la obra negra de dos edificaciones para construir su endeble patrimonio.
“Ese lugar lo edificaron entre el edificio Índigo y la Torre del Pacífico, que hoy se usa como lugar de fiestas. Lo que me sorprendió de eso es que encontraron el espacio para esconderse que no se ven. Para verlos, debes bajar y ver la edificación y las cuevas. La infraestructura hecha de tarimas, lonas y madera; tenían hasta puertas”, relató el oficial David Rojas, jefe policíaco del distrito de Playas de Tijuana.
“…Bastante ingenio. Lo que nos llama la atención es definitivamente lo de las cuevas; sí llama la atención porque tratan de camuflajear y disfrazarlas ahí, le ponen hasta ramitas para esconderlas. A esa zona no puede ingresar con unidades y hay que ingresar caminando con operativos mixtos, y solamente así logras ubicarlos”, explicó.
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“Estamos elaborando un plan, alternativas para ellos y los migrantes, pero ahorita no hay nada. Se les detiene y los atiende UMAS (la Unidad Municipal de Atención Social) para canalizarlos a un albergue para dar esas opciones, pero no las toman y nosotros no podemos detenerlos”, explicó Gerardo López, secretario municipal de Bienestar en el Ayuntamiento de Tijuana.
Lo que tiene molestos a los vecinos de Playas de Tijuana es que entre la indigencia se ha detectado el consumo de diversas sustancias que provocan adicción y se relaciona con la violencia, robos a comercios y domicilios. De hecho, las detenciones que prosperan son de indigentes en posesión de dosis de droga, refirió el jefe policíaco Rojas.
“Los presentamos con el juez municipal a todos los que detenemos, y obviamente siempre y cuando hayan cometido alguna falta. Por lo regular a estas personas cuando los revisamos siempre traen residuos de algunas sustancias: cocaína, marihuana, una pipa. Los presentamos con el juez municipal y él determina la sanción (como canalizarlos a la estancia municipal de infractores)”, ejemplificó Rojas, de la policía municipal de Tijuana.
Del Ayuntamiento de Tijuana, la delegada Anabel Contreras prefirió no hablar del problema de la demarcación que encabeza, refiriendo que el tema no lo trae porque ningún ciudadano le ha presentado “un escrito”. Tampoco quiso opinar Jorge Enrique Martínez Medina, comandante de la Guardia Nacional en Baja California, pese a que la playa es su jurisdicción, por tratarse de una zona federal.
La única opción que hasta hoy ofrecen a los indigentes es canalizarlos a albergues o centros de rehabilitación, pero nada es obligatorio y tampoco hay una estrategia para impedir que los indigentes pernocten en la playa.
