Diecisiete años y tres cambios de gobierno sin algún tipo de respuesta y aclaración de la verdad, han pasado desde que la francesa Florence Cassez y el mexicano Israel Vallarta fueran capturados por la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) por el delito de secuestro y privación ilegal de la libertad, dando origen a uno de los casos más controversiales en cuanto a manipulación, montaje e irregularidades de los hechos.
En cinco capítulos del documental “El Caso Cassez-Vallarta: Una novela criminal”, Netflix reconstruye mediante entrevistas y un meticuloso análisis de archivos públicos, la historia que detalla irregularidades del proceso y pone bajo el reflector a quienes participaron en la convertida crisis diplomática.
“Era muy emocionante volver a ver a los protagonistas de esta historia y escucharlos revivir el hecho. La serie documental hace un arco más completo, son cuatro años desde la publicación del libro ‘Una novela criminal’, y han pasado cosas significativas como la detención de Genaro García Luna (ex secretario de Seguridad Pública de México) y Luis Cárdenas Palomino (colaborador de la Secretaría de Seguridad Pública Federal de México), quienes son responsables directos de esta puesta en escena o montaje”, argumentó Jorge Volpi, productor ejecutivo del documental y autor del libro que inspiró la miniserie estrenada hoy viernes 26 de agosto.
El “Gigante del Streaming” replantea el tema cuestionando si fue Florence la líder de una banda de secuestradores, o víctima de corrupción. Y asegura desenterrar verdades del caso Cassez-Vallarta con testimonios de la propia involucrada, así como de los ex presidentes de México y Francia: Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy.
“Es un documental que está balanceado en opiniones, de Francia y de México, filmamos casi tres semanas en Francia. Tenemos a las personas importantes hablando y contando su versión. Trasladamos los hechos narrados en el libro al documental, con la ambición de tratar de llegar a la verdad, pero ninguno cumple ese objetivo. No sabemos exactamente qué ocurrió ese 9 diciembre de 2005, sin embargo, lo que sí está documentado son todas las maniobras hechas por distintos organismos del Estado y también de las televisoras, porque intervinieron de manera directa para que la verdad no pudiera conocerse, y a 17 años de distancia, no sepamos qué fue lo que pasó”, agregó Volpi.
Frente al reto de contar una historia en la que hay capas de mentiras, Pablo Cruz (productor) y Alejandro Gerber Bicecci (guionista) cuestionan cómo volver al origen a través de las distintas versiones del caso.
“Es una historia en la que se presentó una versión oficial que, meses después, supimos era falsa, por lo que fue clave el testimonio de periodistas que investigaron el suceso, que tuvieron acceso al expediente e hicieron un esfuerzo para desentrañarlo. Sólo nos faltó el testimonio de Israel Vallarta. La serie cuenta la historia de la imposibilidad de llegar a él, de cómo el propio sistema judicial no permite que el principal acusado en esta historia, que no ha sido juzgado, no tiene sentencia, sigue teniendo presunción de inocencia, pero lleva 17 años en la cárcel, y del que sabemos se hicieron maquinaciones. No se le permite hablar, y ese es quizás el único momento de censura”, subrayaron a ZETA Cruz y Gerber.