Incendios, ataques a comercios, asesinatos y bloqueos aterrorizaron a habitantes de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Colima y Baja California, pero para el Presidente AMLO es “propaganda de los adversarios”
La violencia registrada durante las últimas dos semanas en el país fue minimizada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Gabinete de Seguridad, quienes señalaron que se trata de una exageración de los medios de comunicación, de un asunto de percepción y hasta de un montaje, después de que ocurrieron bloqueos, quema de vehículos, incendio de comercios y homicidios en los estados de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Baja California, Michoacán y Colima.
En Zapopan, Jalisco, la noche del 9 de agosto, se reportaron los bloqueos de la carretera a Saltillo y otras vialidades a la salida de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Por lo menos tres unidades del transporte público, dos vehículos particulares, un camión refresquero y una tienda de conveniencia fueron incendiadas, desatando el terror de testigos y habitantes que se enteraban de las tácticas terroristas de delincuentes.
Aunque tarde, las autoridades aseguraron que esa violencia era una respuesta a un enfrentamiento que después de las siete de la noche habían sostenido elementos del Ejército y sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el municipio de Ixtlahuacán del Río, a donde se arriba por la referida carretera. Intentaban detener a los líderes de dos células criminales identificados como Ricardo Ruiz Velazco “El Doble R” y Gerardo González Ramírez “El Apá”, quienes aparentemente grabarían un “narcovideo” para mostrar el poderío del cártel a sus rivales.
Se informó que los narcotraficantes huyeron, hubo cinco colaboradores detenidos, uno victimado a balazos y fueron asegurados nueve vehículos, uno de éstos conocido como “monstruo” con blindaje artesanal, 31 armas largas, cuatro ametralladoras, un arma corta y explosivos.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, afirmó que no hubo víctimas humanas, versión que fue desvirtuada el 12 de agosto, cuando se conoció que dos civiles inocentes, un hombre y una mujer, murieron como consecuencia de las acciones de los criminales.
Casi simultáneamente, en diversos municipios de Guanajuato delincuentes atacaron por lo menos 25 tiendas de la cadena de autoservicio Oxxo e incendiaron vehículos. Autoridades y un comunicado de la empresa Femsa confirmaron el número de comercios afectados por el fuego y disparos de arma de fuego. Veinte de las tiendas se ubican en Irapuato, tres en Celaya y dos en León. También hubo violencia en Salamanca, Silao y Apaseo el Grande, donde otros negocios y vehículos fueron quemados. A diferencia de Jalisco, la Policía detuvo a once personas y días después la cifra ascendió a 16.
El jueves 11 de agosto por la tarde se desató una ola de terror en Ciudad Juárez, Chihuahua, después de perpetrado un ajuste de cuentas entre Los Mexicles y Los Artistas Asesinos en el Centro de Reinserción Social. Ahí fueron ejecutados dos reclusos y otros 19 resultaron lesionados. Sicarios dispararon contra la población en las calles y atacaron diversos comercios, a los que les prendieron fuego. El saldo final fue de once personas fallecidas, entre ellas cuatro trabajadores de la cadena Mega Radio que estaban en el exterior de una pizzería realizando un control remoto. En esa entidad hubo diez detenidos por los disturbios, a quienes aseguraron algunas armas en una casa de seguridad.
En Michoacán, el 13 de agosto, un comando armado incendió una gasolinería establecida sobre la carretera Zitácuaro-Ciudad Hidalgo-Morelia, a la altura de San Felipe de los Alzati, sin que se registraran víctimas humanas. El mismo día, comuneros de Paracho retuvieron seis patrullas y a 25 elementos de la Guardia Nacional para exigir que liberaran a 164 presuntas autodefensas de Pueblos Unidos que mantenían bloqueos en la Autopista Siglo XXI y la carretera libre por Tiamba, portadores de armas de fuego. La madrugada siguiente se conoció del ataque de un grupo armado en el bar Botanero 21 en Manzanillo, donde siete personas resultaron heridas a balazos.
Pese a lo anterior, en su conferencia mañanera del 15 de agosto, Andrés Manuel López Obrador aseguró que la violencia antes descrita es una exageración de los medios de comunicación, pues “hay un interés de nuestros adversarios, nuestros conservadores, de magnificar las cosas, de hacer periodismo amarillista, sensacionalista”. Agregó que una cosa es la percepción y otra la realidad, ya que “vamos bien”.
También indico sobre los hechos: “Está como montado, es propagandístico. No hay ningún problema mayor, pero sí quieren agarrar esa bandera de la violencia”.
Por su parte, el Gabinete de Seguridad federal descarta que se trate de actos terroristas, sino de propaganda del crimen organizado para mostrar músculo al sentirse disminuidos y están desesperados al ver mermada su capacidad financiera y operativa.
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval González, aseveró que “de alguna forma, las organizaciones van buscando cómo hacer para poder distraer las fuerzas de seguridad, que atiendan a una situación y hacer otra, o por el debilitamiento quieren sentirse aún fuertes y generan situaciones de violencia”.
Sin embargo, pese a los dichos de funcionarios justificando que “no pasa nada”, en todos los casos fueron enviadas tropas militares de refuerzo a las diversas entidades federativas donde se registraron narcobloqueos y se reporta actividad criminal amenazante. Hechos en los que coinciden autoridades de Estados Unidos que, prácticamente, en fechas recientes y de forma constante, han emitido alertas para sus ciudadanos en las entidades donde hubo conflictos y otras más, como Guerrero, Morelos, Sinaloa y Tamaulipas.