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viernes, abril 12, 2024
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“Era tanto el dolor que tenía, que llegué a resignarme”, dice AMLO al narrar su infarto en 2013

El presidente Andrés Manuel López Obrador narró, el 5 de agosto del 2022, lo que vivió hace nueve años -la madrugada del 3 de diciembre del 2013-, cuando sufrió un infarto agudo de miocardio –parte musculosa del corazón de los vertebrados, situada entre el pericardio y el endocardio-, por lo que tuvo que ser internado de emergencia en el hospital Médica Sur, en la Ciudad de México.

Desde el Hospital Regional de Huamantla, Tlaxcala, donde presentó el Plan de Salud IMSS Bienestar, el mandatario nacional destacó que era tanto el dolor que sentía, que “llegó a resignarse” por lo que le pudiera pasar, sin embargo, enfatizó que el haber recibido atención médica a tiempo –encabezada por el cardiólogo Patricio Heriberto Ortiz Fernández-, fue lo que le salvó la vida.


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“Por eso me dio mucho gusto que [en Tlaxcala] ya tienen equipo de urgencia para atender, por ejemplo, infartos en la parte preventiva, que es muy importante el que se infarte y que se puede venir aquí, y tiene los primeros auxilios porque esto es de atención inmediata, de horas”, indicó el político tabasqueño.

“Y buscar la forma, ya hicimos ese compromiso, de que en Tlaxcala se tenga ya una unidad especializada para hacer operaciones, lo que tiene que ver con el cateterismo. Es una especialidad, lo que es la cardiología, el intervencionismo. Les hablo de esto porque yo lo padecí, y me salvé porque me atendieron a tiempo. Se me cerró por completo la vena, la arteria. Llegué a urgencias a las dos de la mañana. Y ese medicamento que tienen ahí me lo aplicaron y abrió un poquito la arteria”, insistió.

“Era tanto el dolor que tenía, que llegué a resignarme, porque ya no podía, ya no soportaba ese dolor. Los que han tenido infartos saben de lo que estoy hablando. Afortunadamente se abrió un poco la arteria por esa intervención a tiempo, y ya llegó el cardiólogo, el especialista y ya me intervinieron, me hicieron cateterismo y me salvaron”, abundó el presidente.


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“Entonces, el tener eso aquí es importante y el poder hacer el cateterismo, que solamente hay en Puebla, pero no hay en Tlaxcala, entonces tenemos que hacer ese compromiso de que el enfermo pueda salir de aquí a Tlaxcala y tener ahí a los especialistas para salvarles la vida. ¿Saben que después del COVID y antes del COVID la primera causa de muerte son los infartos en el país? Entonces, es muy importante los equipos. Aquí hace falta un tomógrafo, pues hay que tenerlo”, agregó el mandatario nacional.

El 3 de diciembre del 2013, el Dr. Ortiz Fernández informó que López Obrador ingresó a las 2:30 de la madrugada de ese día, a un nosocomio de la capital de la República, debido a un infarto agudo de miocardio, es decir, la parte musculosa del corazón de los vertebrados, situada entre el pericardio y el endocardio.

El cardiólogo detalló que el político tabasqueño tuvo una intervención coronaria en los primeros 30 minutos tras su ingreso al hospital ubicado al sur de la Ciudad de México, pero que la evolución desde la operación había sido favorable. Sin embargo, indicó que López Obrador necesitaría reposo, de por lo menos dos días.

El Dr. Ortiz Fernádez reveló que el político tabasqueño llegó al hospital con dolores en el pecho y que López Obrador tenía una arteria coronaria obstruida, ya que presentaba placas de colesterol y coágulos que generaron el episodio cardíaco,. “Fue posible destaparse exitosamente antes de la primer hora en el hospital”, puntualizó el médico.

Autor(a)

Carlos Álvarez Acevedo
Carlos Álvarez Acevedohttps://www.carlosalvarezacevedo.com
Corresponsal del semanario ZETA de Tijuana y del periódico Noroeste de Sinaloa, desde febrero de 2016. Durante varios años fungí como editor de opinión y jefe de redacción del diario digital SinEmbargo.
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