Iluminado por la luna que se sobreponía en el escenario al aire libre, el representante de la MPB y balada romántica, Roberto Carlos, daba rienda a sus seis décadas de carrera artística para engalanar la fiesta que sostuvo la noche de ayer en la vinícola Barón Balché, Valle de Guadalupe, con su gira Orquesta y Coro.
Después de poner en pausa su gira por México tras la contingencia sanitaria y aplazar la fecha de su presentación en la región, el cantautor brasileño finalmente compartió su encuentro ante los miles de asistentes que se dieron cita en el Valle para dejarse seducir por los temas con los que el intérprete de 81 años tiñó la velada. Alrededor de las 21:00 horas el grupo orquestal del cantante amenizaba el evento, para luego abrir paso a Roberto Carlos, quien vestido con su característico traje azul celeste fue recibido entre gritos y aplausos.
Escucha: Los autores de los incendios en Baja California: Podcast.
Bajo un escenario estrellado en el fondo, el ícono de la música brasileña se dispuso a abrir el show con “Emociones”; “Yo vivo este gran momento” cantaba Roberto Carlos a sus fieles, posteriormente los temas “Que será de ti”, “Amigo”, “Lady Laura” daban forma y ambiente a la velada romántica la cual era adornada por los sonidos del saxofón, trompetas, teclados, guitarras, bajos y piano. Aún con esa vibra y pasión por cada uno de sus canciones, el llamado Rey de la música latina celebraba sobre la tarima sus más de 60 años de carrera, inmortalizando el momento con sus éxitos “Cama y mesa”, “Un gato en la oscuridad” y “Cóncavo y convexo”.
“Ese tipo soy yo”, “Detalles”, “No te apartes de mí”, “Mis amores”, “La ventana”, “Jesucristo” y “Yo te propongo” matizaban el concierto de aproximadamente 90 minutos que el astro brasileño compartía, al igual que las rosas que aventaba a su público como muestra de afecto y cariño por corear sus temas. Con el público de pie aclamando otra de sus piezas, finalmente el intérprete reconocido por varias generaciones daba conclusión a la velada al ritmo de “Amada amante” y “Un millón de amigos”.
Seis décadas de música con las que ha traspasado fronteras y lenguajes han inmortalizado a Roberto Carlos como los mejores exponentes de la balada romántica con más de 100 millones de discos vendidos alrededor del mundo, llevando el español y portugués por partida doble en sus canciones, mismas con las que iluminó y llenó de sentimentalismo las tierras vinícolas del Valle de Guadalupe, despidiéndose de la gente tanto de Ensenada, Rosarito, Tijuana y Mexicali que acudieron al encuentro musical.
El paso de Roberto Carlos por la República continúa con presentaciones a finales de este mes en Monterrey (24), Jalisco (25) y Ciudad de México el día 27.