El cuerpo de la jalisciense Valeria Carrillo Jasso se localizó en el interior de una fosa clandestina; tenía el tiro de gracia. Hay un detenido por su asesinato y por lo menos identifican a cinco involucrados
La esperanza se agotó para la familia Carrillo Jasso. Valeria Daylin, de 20 años de edad, fue encontrada sin vida en el interior de una fosa clandestina cavada en un paraje conocido como La Laguna, cerca del predio Zacatitos, cementerio clandestino del Cártel de Sinaloa.
La joven originaria de Guadalajara, Jalisco fue ejecutada al estilo del crimen organizado. Tras ser interrogada por sus captores, recibió el tiro de gracia para seguidamente sepultar sus restos. El lugar de su muerte se localiza a 22 kilómetros desde el sitio en el que fue levantada.
Valeria fue encontrada el 8 de julio e identificada hasta el día 15, gracias a las pruebas de ADN. Sin embargo, la familia fue informada hasta el 19 de julio de su hallazgo y después ante los medios de comunicación.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó que la joven habría sido privada de su libertad el 26 de enero en las calles Ignacio Zaragoza y José María Morelos de la colonia Centro en San José del Cabo, municipio de Los Cabos.
Derivado de la detención de Víctor Manuel Navarrete Mondragón, de 33 años, el 4 de julio, imputado por el delito de desaparición cometida por particulares, según carpeta con Número Único de Caso SJC/209/2022, en agravio de la joven Valeria Daylin Carrillo Jasso, se pudo establecer la ubicación del cuerpo de la víctima y de por lo menos seis involucrados.
La detención del imputado se llevó a cabo en las inmediaciones de las calles Uno y Ometepec de la colonia Real Unidad de Cabo San Lucas. Junto con otras dos o tres personas, Víctor Manuel privó de la libertad a la mujer, la llevaron hasta el Puente El Tule y la entregaron a uno de los líderes de plaza, quien se encargó de interrogarla y asesinarla.
“Lamentablemente se localizó por motivo de la desaparición en un lugar de San José del Cabo, ya se dieron los informes a la Comisión Estatal de Búsqueda, esta persona ya está vinculada a proceso con motivo de esos hechos, aparte hay dos mandamientos judiciales que están librados y cumplimentándose, se están haciendo las acciones para cumplimentarlos. La investigación sigue su curso aparte de tres personas restantes, aparte de estos que referimos”, apuntó Daniel de la Rosa, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
El móvil que han sostenido Procuraduría y Gobierno de Baja California Sur es que Valeria fue asesinada por la venta de droga, actividad que desempeñaba desde Jalisco hasta Los Cabos, a través de un empresario del ramo de bares de Guadalajara.
De la Rosa Anaya informó que se iniciaron los trámites pertinentes para hacer la entrega formal de los restos de la joven a sus padres, para su traslado a Jalisco y posterior sepultura.
“Ya hay resultados concretos, se continúa para quede esclarecido el caso, son los que tenemos relacionados en investigación, son seis presuntos responsables de la comisión de ese hecho”, agregaría el procurador respecto a la investigación, en la cual se estableció que Víctor Manuel estuvo encargado de vigilar y privar de la libertad a Valeria, y de entregarla al líder de plaza para su ejecución.
LEVANTÓN Y ASESINATO
Investigaciones filtradas a ZETA revelan que Valeria Carrillo Jasso estaba asociada con un masculino de nombre Brayan Brambila, supuesto amigo de la víctima que, a decir de los agentes de Investigación Criminal, “se encargaba de darle paquetes conteniendo en su interior diversas sustancias de origen ilícito para distribuir en distintos puntos de la localidad del municipio de Los Cabos”.
Brayan ha sido identificado por la fuerza de seguridad como un empresario dedicado al ramo de bares en Guadalajara, Jalisco, se siguen recabando mayores datos, ya que fue quien pagó los boletos de avión y reservó el hospedaje en el hotel Holiday Inn, así como el viaje a través de la plataforma Uber.
“Para nosotros son lamentablemente víctimas de estas personas, el móvil lo habíamos compartido, es un tema relacionado con la venta de drogas”, indicó Daniel de la Rosa.
El 26 de enero, Valeria fue vista abordando un automóvil tipo sedán, al parecer de la plataforma Uber, a las afueras de Holiday Inn, desde allí se trasladó a la Zona Centro de San José del Cabo, aparentemente hasta el banco BBVA Bancomer ubicado en Ignacio Zaragoza y José María Morelos. Sin embargo, los secuestradores ya la esperaban.
La joven fue abordada por sus captores y subida a un automóvil, el cual la trasladó hasta el Puente El Tule, a 20 kilómetros hacia Cabo San Lucas, justo entre el destino turístico y la cabecera municipal; allí fue entregada a un líder criminal de distribución de droga.
Según el testimonio de Víctor Manuel, hasta ahí terminó su trabajo con la joven, el líder criminal sería el último en interrogar a Valeria, para después ejecutarla y enterrarla; desde el Puente El Tule, fue trasladada 40 kilómetros hasta la zona conocida como La Laguna, muy cerca del predio Zacatitos, trayecto de una hora y media. La llevaron en automóviles hasta el sitio donde sería privada de la vida.
“Todo derivó de la investigación y a partir de la detención de esta persona (Víctor Manuel) y de la investigación que se llevó y la obtención de los mandamientos judiciales, se tienen otros copartícipes que se están relacionando en la investigación, derivó también de un cateo que llevó al aseguramiento de uno de los vehículos que utilizaron para llevarse a la joven, se ubicó el lugar donde se encontraba fallecida. El tiempo de muerte que establecieron los dictámenes médicos, es de cinco a seis meses, que sería en el momento de su privación a finales de enero”, reveló el titular de la PGJE sudcaliforniana.
El cuerpo de Valeria se depositó en el Kilómetro 8 de la carretera que conduce al Saltito, a unos 600 metros sobre el arroyo, muy cerca del antiguo cementerio de miembros del Cártel de Sinaloa.
La joven venía de visita por dos días a Los Cabos, y precisamente el día de su levantón pretendía abordar un vuelo con destino a Guadalajara. Una vez en Los Cabos, Valeria envió una fotografía a su madre a través de WhatsApp, la última que se le tomó en vida.
De la Rosa descartó cualquier tipo de violencia perpetrada previo a la muerte de Valeria, “se concluye como causa de muerte, la agresión directa por ese motivo (ejecución)”.
MARINA INVESTIGA COBRO DE PISO
El cobro de piso en Baja California Sur se ha ido extendiendo, no sólo se trata de Puerto San Carlos en Comondú, sino La Purísima, San Juanico e Insurgentes; también en Loreto y ahora contra comerciantes de tiendas, marisqueros, bares y centros nocturnos.
El procurador Daniel de la Rosa Anaya confirmó ante medios de comunicación que del total de extorsiones, el 90% obedece a engaños telefónicos, en los que algunos ciudadanos pagan el supuesto rescate por temor; del resto (10%) no aclaró si se trata de extorsiones de personas comunes o de miembros de la delincuencia organizada que cobran piso.
Al respecto, la Secretaría de Marina a nivel central ya investiga y ha enviado una comitiva especializada para revisar el tema y erradicar ese tipo de prácticas.
Se sabe de la presencia de mandos de primer nivel los días 21 y 22 de julio para investigar los incidentes que ha pasado por alto el Gobierno del Estado, escudándose en que “no hay denuncias”.
“Estamos aplicados para evitar ese tipo de prácticas, no tenemos denuncias, de verdad, este medio tiene sus fuentes, muy respetable, nos corresponde seguir trabajando para evitar cualquier forma en la que se perjudique la vida y la normalidad de los ciudadanos, sobre todo la seguridad. No vamos a dejar de trabajar ni un minuto para que se retiren estas prácticas, si es que existen”, expresaría el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío.
Comerciantes de tiendas de abarrotes, venta de alcohol, restauranteros y centros nocturnos, así como los propios marisqueros, recurrieron a ZETA para denunciar los abusos por parte de miembros del crimen organizado con anuencia de funcionarios estatales, quienes han permitido que estas prácticas vayan en aumento.
“Le ruego a la gente que denuncie, en algunos casos nos dicen que hay miedo, preocupación de alguna gente, pero tenemos que entrarle, porque sin denuncia para nosotros es más complicado. No significa que no sigamos investigando, particularmente Comondú. Vamos a seguir trabajando para evitar estas prácticas tan deleznables”, aseguró Castro Cosío.