Aún en pandemia, comerciantes enfrentan crisis a mitad de 2022. Restauranteros esperan recuperación en vacaciones de verano con la llegada de turistas nacionales. En mayo tuvieron una ocupación del 100% y actualmente están al 60% de su capacidad
Justo cuando la pandemia por coronavirus generó los primeros estragos en Baja California Sur en marzo de 2020, el Gobierno del Estado estimó una pérdida económica superior a 30 mil millones de pesos, así como la pérdida de alrededor de 18 mil empleos, siendo el sector restaurantero y el turístico de los más afectados.
Sus ventas cayeron hasta un 30%, enfrentaron afluencias mínimas y servicio sólo para llevar, lo que obligó el cierre de 250 restaurantes en BCS, según datos proporcionados por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
No obstante, el quinto mes del año superó las expectativas para el sector restaurantero.
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“Definitivamente sí nos bajó el trabajo en este mes a comparación de mayo, que fue un excelente mes en ventas, casi comparable con lo que tuvimos en mayo de 2019, antes de la pandemia; en junio bajó un poco pero nos mantuvimos con buenas ventas, pero a partir de julio que se empezaron a restringir los horarios a la una de la mañana, que nos bajaron el aforo y que las personas empezaron a tener más cautela, sí nos bajó el trabajo”, informó Lorena Hinojosa Oliva, representante estatal de la Canirac.
Aunque hubo más visitantes a los restaurantes, económicamente no les fue mejor, pues ahora todo es aún más caro que en 2019; la pandemia generó que los insumos se encarecieran, pues todo giro comercial redujo su capacidad de ganancia y los servicios y salarios siguen vigentes con o sin COVID.
Hasta mayo, el Comité Estatal de Seguridad en Salud permitió aforos al 100% en todos los giros comerciales, principalmente en establecimientos con espacios cerrados, y al detectar la nueva subvariante de Ómicron (BA.2), que generó un crecimiento abrupto de contagios, de nuevo se redujeron aforos.
La Paz fue la más afectada, al albergar hasta 60% de su capacidad, mientras que en Los Cabos se registra un 70%; para el resto de los municipios sigue permitido el 100% de afluencia.
“Si nos vamos en utilidades netas, por supuesto que no se compara, principalmente en el alza que tenemos en alimentos, por lo que nos cuesta ahorita a comparación a lo que nos costaban los alimentos en 2019, no hay comparación. Ahora pagamos en insumos alimenticios y servicios como gas y luz, estamos pagando más del 100% en insumos alimenticios de lo que nos costaba en 2019, en servicios estamos hablando que pagamos 35% más caro en luz y gas”, detalló Hinojosa.
Aún hay esperanza que la segunda mitad del año tenga un giro positivo en las ganancias, las vacaciones de verano favorecen a un sector particular de playa y significan un respiro para gran parte de los establecimientos.
“Con las vacaciones largas de verano y la llegada de turistas nacionales, vamos a tener una buena temporada de verano, sobre todo con los compañeros ubicados en zona de playa y malecón, tanto en Loreto, Los Cabos y La Paz, vamos a tener una recuperación muy importante, todo depende de cómo atendamos la pandemia”, confió la titular de Canirac regional.
Precisamente sobre la recuperación económica, no así la presencia de visitantes, se dio a conocer que resulta muy caro mantener a flote los restaurantes, sobre todo porque han sido descobijados por los gobiernos, aunque sigan pagando prestaciones, sueldos, servicios y los insumos cuesten ya el doble.
“Si nos vamos (a las ganancias) en millones de pesos no hay comparación, si hablamos de presencia en comensales, estamos superando las cifras de 2019, los insumos son muy caros, así que no podemos decir que tenemos la misma utilidad. En mayo de 2022 se tuvo un 10% más de presencia de comensales que en 2019, estuvimos al 100% de ocupación en los establecimientos, tratándose de 2019 llegamos entre un 85 y 90% de ocupación”, comparó Lorena Hinojosa.
MUCHO CONTAGIO, POCO HOSPITALIZADO
La preocupación por el virus SARS-CoV-2 sigue vigente, hay alrededor de 2 mil 800 contagios en todo BCS: La Paz tiene más de mil 300 casos activos, Los Cabos 850 y, en los tres municipios restantes, en una semana los casos subieron 14.19%, principalmente en Los Cabos (50% más).
La vacunación en menores de 5 a 11 años es una de las principales estrategias del Comité Estatal de Seguridad en Salud, y es que más de 600 casos entre estudiantes y maestros dieron positivo a coronavirus hasta la última semana, sin embargo, la medida llegó de manera tardía, pues ya dio inicio el periodo vacacional.
Mientras los estudiantes estaban en riesgo dentro del aula con el 100% de aforo, los contagios se multiplicaron y la autoridad sanitaria no actuó, únicamente solicitó a las escuelas reforzar medidas, pero no redujeron los aforos hasta que los contagios se cuadruplicaron entre familiares.
El gobernador Víctor Castro Cosío reconocería al respecto: “Están muy fuertes los contagios, pero por fortuna hay poca hospitalización, de manera que el incremento es notable, esta quinta ola está siendo muy contagiosa perceptiblemente, la gente en las oficinas de pronto se siente mal y sale positivo, pero la recuperación está siendo muy rápida. Le pedimos a la gente que siga usando el cubre bocas, o en su caso la sana distancia”.
La reacción del Gobierno del Estado a través del Comité de Salud fue retardada, a mitad de mayo se tenían 150 casos activos, para finales de ese mes, la cifra creció más de 230% y la autoridad sanitaria no aplicó las medidas pertinentes.
Para mitad de junio, 300 estudiantes fueron enviados bajo resguardo domiciliario por encontrarse contagiados por el virus, así lo confirmó la Secretaría de Salud.
“Celebraciones de Día de las Madres, previo y durante el Día del Maestro, Día del Trabajo; la gente estamos ávidos de salir de nuestros encierros, la autoridad nos estaba manejando que teníamos buenos números en contagios, que íbamos a la baja. Después, de nuevo subieron los números, y de nuevo nos dieron restricción de horarios y de aforos como estamos en este momento”, expresó la titular de la Canirac.
Con 2 mil 800 activos en la actualidad, para las autoridades no es preocupante que los contagios se sigan presentando, incluso que sigan en aumento. Pareciera que mientras las hospitalizaciones no suban, la preocupación seguirá siendo mínima.
La última actualización de camas ocupadas COVID data del 29 de junio, lleva más de una semana sin actualizarse. De esa magnitud es la preocupación de transparentar las cifras oficiales.
“Ahí vamos en esta quinta ola, tenemos seis enfermos, dos de ellos delicados en el Hospital Salvatierra, graves, pero no ha subido de diez en los últimos dos meses el hospital principal de hospitalizados Es una buena noticia, pero al mismo tiempo hay que seguirnos cuidando, la pandemia llegó para quedarse”, advertiría por su parte el gobernador.
Al cuestionar ZETA la falta de pruebas a posibles familiares de activos, la Secretaría de Salud informó que “para reducir gastos, se da por hecho que son casos positivos a COVID” sin hacer una prueba rápida.
De acuerdo con familiares de contagiados, sólo dan por hecho el que una familia es positiva, pero ni siquiera ingresan al sistema el resto de los contagios, sólo cuentan como positivo a quien se realizó una prueba y al resto lo envían a resguardo domiciliario por tiempo determinado.
REVIVEN EMPRESAS
El Gobierno del Estado mantiene los aforos en eventos masivos con normalidad, sin tomar medidas preventivas, sólo ordena reducir aforos en los comercios, afectando a cientos de comerciantes y sus familias.
La única justificación que ha dado el Comité Estatal de Seguridad en Salud es que no cuentan con personal suficiente. Claro ejemplo fue el partido inaugural del equipo profesional de Futbol Club Atlético La Paz, donde se permitió el acceso al 83% de la capacidad del estadio, cuando la autoridad ordenó un máximo del 60%.
“Bajamos los aforos en restaurantes, en lugares cerrados, en La Paz y Los Cabos. En todas partes ha mejorado el turismo, si algo ha mejorado en ocupación más del 20%, la ocupación hotelera, y espero que esto no nos afecte”, dijo Víctor Castro.
Desde el inicio de la pandemia, la crisis se apoderó de los comercios, el encierro total llevó a cientos de restaurantes a bajar la cortina en 2020; para el siguiente año fueron menos empresas cerradas, pero la recesión económica se ha extendido a 2022.
Lorena Hinojosa reconoció que a la fecha existe preocupación e incertidumbre, pues de continuar los contagios, se verán mermadas las expectativas para este periodo de vacaciones largas.
“En lo que va de 2022 nada más tenemos un restaurante cerrado, fuera de ello hemos tenido la apertura de nuevos restaurantes, muy distinto a lo que vivimos en 2020, que tuvimos más de 250 empresas cerradas, algunas temporales y otras permanentes. Definitivamente no hay comparación, en 2021 tuvimos seis restaurantes cerrados”, externó la representante restaurantera.
Como bien señalan ese gremio, cada que hay brotes COVID, los más afectados son aquellos que menos tienen la culpa, pues las primeras medidas van contra los comerciantes, cuando los contagios han surgido en escuelas o eventos políticos.
Para la Canirac, los más interesados en que se cumplan los protocolos sanitarios son los empresarios, ya que su actividad depende 100% del comportamiento del semáforo sanitario.
“Nosotros vivimos del comensal, tenemos que cuidarlos; vivimos de nuestros colaboradores en el sentido de que sin ellos no somos nada, la empresa no es nada sin los colaboradores, debemos cuidar la fuente de la empresa, cuidar a los consumidores, por eso estamos muy al pendiente, cuidadosos”, afirmó Lorena Hinojosa.
Para el ramo empresarial es de vital importancia cumplir con cada protocolo, una mala decisión los llevaría a ser suspendidos por varios meses, o en el peor de los casos, clausurados. Por lo tanto, no sólo se trata de cuidar al comensal y cumplir esa parte, sino actuar con total responsabilidad con el personal, pues de nada les sirve mantener abierto su comercio sin colaboradores.
“Seguimos cumpliendo con los estándares de salud que nos pide el gobierno para los accesos, estamos en un acceso al 70% en los centros de trabajo, lo cumplimos totalmente, pero definitivamente la incapacidad ha disminuido muchísimo, Ómicron, que fue la cuarta ola, nos pegó muchísimo porque tenía un alto nivel de contagio. Se cambió la incapacidad de COVID, pasa de quince a siete días, eso nos ayudó muchísimo porque afecta mucho a las micro y pequeñas empresas, que tenían muy poco personal y de repente tenían más de la mitad de personal incapacitado y pues tenían que cerrar”, declaró por su parte Gustavo Díaz Tronco, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana.
