De acuerdo con estudios del Autism Research Institute, 4 de cada 25 personas en Estados Unidos es parte del espectro autista, pero en México no hay cifras actualizadas
Madres y padres de familia de niños con autismo, así como colectivos feministas protestaron en la glorieta Cuauhtémoc, en Zona Río, para pedir justicia ante el asesinado de Luz Raquel Padilla, madre de un niño con esa condición, el pasado sábado 16 de julio.
Ese día, un grupo de personas roció con gasolina a Luz Raquel y le prendieron fuego, posteriormente murió en el hospital el martes 19 de julio, sin embargo ella ya había recibido amenazas de muerte por parte de un vecino, pues le molestaba el ruido que hacía su hijo cuando tenía una crisis.
Luz Raquel había pedido apoyo a las autoridades en Jalisco, pero no obtuvo el apoyo, incluso el gobernador de la entidad, Enrique Alfaro Ramírez, negó omisiones por parte de los funcionarios de su gobierno y afirmó que se le brindó protección del 9 de mayo al 9 de julio.
Para solidarizarse con la exigencia de justicia, Angélica Sebastián, directora de la fundación Familias Unidas por el Autismo, organizaron la protesta donde evidenciaron que en Baja California también son vulnerables.
“Esta protesta es para pedir justicia por la señora Luz Raquel, sabemos que el caso no fue aquí en Tijuana, que fue en Guadalajara, pero toda la comunidad de familias que vivimos con personas con autismo estamos de luto, estamos indignadas por esta situación”, dijo a ZETA.
La activista mencionó que las instituciones gubernamentales no cuentan con personal capacitado para tratar a personas con esa condición de vida y tampoco a sus familias, además de que la educación y tratamientos son costosos.
Aunque no viven en un ambiente constante de amenazas, como en el caso de Luz Raquel, la discriminación es diaria tanto de instituciones de gobierno como de la sociedad en general.
“Nosotras como madres todos los días pasamos discriminación, todos los días la vivimos, no podemos salir a los parques, no podemos salir a ningún lugar público porque somos señaladas, porque somos juzgadas, porque incluso nos han corrido, nos han sacado y violentan nuestros derechos, no sólo de nosotras, sino de nuestros hijos, principalmente”, señaló.
Yadira Medina, madre de un adolescente con autismo, mencionó a este Semanario que todos los días viven “microagresiones”, desde el hecho de no permitirles subir a un transporte público o bajarlos si tienen alguna crisis, o bien, ni los chóferes de la aplicación Uber los quieren trasladar cuando saben de su situación.
“Mi hijo no tiene tolerancia a los ruidos fuertes, entonces si vamos en el camión y suena algo, pues tiene una crisis, y nos hemos tenido que bajar, eso sin contar con las miradas con los juicios, como si fuéramos malas madres, pero no sólo mamás de hijos con autismo, también, la mayoría, somos mamás solteras, porque las parejas no soportan y se van, no aguantan, no todos, pero la mayoría somos solteras”, confesó.
De acuerdo con cifras del Instituto de Investigación del Autismo, en Estados Unidos 4 de cada 25 personas son diagnosticadas con esta condición de vida, sin embargo, en México no hay estudios recientes desde hace más de 10 años, y en ese entonces la cifra rondaba que 1 de cada 100 tenía algún nivel del espectro autista.
“No podemos confiar en las cifras del gobierno porque ni ellos contabilizan, no quiero sonar discriminatoria, sobre todo por la situación que yo también vivo, pero la inclusión a personas con discapacidad se centra en personas que tienen alguna discapacidad física, débiles visuales, incluso Síndrome de Down, pero el autismo no es visible o el TDAH (Trastorno de déficit de atención e hiperactividad), ustedes pueden ver a un niño normal, porque físicamente no son visible, entonces cuando sucede una crisis, la gente no tiene empatía”, recalcó Angélica Sebastián.