Al entrar al puerto de Ensenada, en el cerro del lado derecho, se encuentra el exclusivo Fraccionamiento Chapultepec, donde de acuerdo a los lugareños, y dijera Andrés Calamaro, reside la “alta sociedad”. Mansiones con vistas a la bahía y la marina de la ciudad. Es un complejo residencial con barda perimetral, caseta y seguridad las 24 horas del día. No es fácil acceder. Quien quiera hacerlo, debe presentarse a la caseta, informar hacia dónde se dirige y mostrar una identificación oficial con fotografía. Por eso llama mucho la atención que el 16 de mayo, una camioneta de color claro, con placas sobrepuestas, robadas y tripulada por tres hombres y una mujer, logró el acceso de manera ágil. De acuerdo a la investigación de los vecinos, los ladrones clonaron las tarjetas de acceso que utilizan los residentes y así lograron acceder al residencial. Los mismos condóminos informaron que fueron tres las residencias atracadas. En una de estas, forzaron la entrada y robaron. A decir de quienes en el fraccionamiento saben del hurto a la mala, de la caja de seguridad que los ladrones irrumpieron de manera violenta se llevaron: 40 mil dólares en efectivo, 11 mil pesos también en billetes, joyería valorada en 20 mil dólares y, ya que estaban dentro del lujoso inmueble, cargaron con una consola de videojuegos PlayStation y dos bolsos de diseñador –Yves Saint Laurent y Louis Vuitton– con valor de 4 mil 500 dólares. Como es de suponer, el exclusivo complejo residencial tiene cámaras de seguridad, desde donde vecinos pudieron observar en la retransmisión de las capturas, a los cuatro ladrones entrar y salir de la vivienda. El robo pasaría desapercibido si no fuese por el notorio residente de esta casa ultrajada, una de las tres. Se trata del delegado único del Gobierno de México, Jesús Ruiz Uribe, quien, acostumbrado como es a denunciar y defenderse públicamente, en esta ocasión guardó silencio ante el robo que sufrió la morada familiar. Ahora sí que la inseguridad le tocó de cerquita al representante del Gobierno Federal, que en la mañanera suele presentar cuentas alegres de la disminución en la comisión de delitos en el país. Por cierto, del robo que fue apropiadamente denunciado, no se ha recuperado nada.
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