La implementación de la versión 4.0 del servicio de facturación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) que iniciará el próximo 1 de julio, ha propiciado saturación, rezago en trámites y hasta corrupción, pues a decir de trabajadores, cuesta 150 pesos obtener una cita en las oficinas de Tijuana.
Según un testimonio, “en la empresa donde trabajo me dijeron que si quería cita, costaba 150 pesos, y en tres o cuatro días te la dan. Nosotros no sabemos a quién se le pagó, nada más sabemos que a todos los del trabajo se les sacó cita”. Cada trabajador pagó por ella.
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“Ya con la cita vienes con tus documentos y el personal del SAT te ayuda a sacar la firma electrónica y la constancia de situación fiscal”, agregó la persona consultada por NEGOCIOZ que se encontraba afuera de las instalaciones del SAT en Tijuana.
Otra persona dijo que el laboratorio óptico donde labora, le informó que debía acudir al SAT, pues a más tardar el 10 de junio, tiene que presentar su Constancia de Situación Fiscal para que la empresa pueda timbrar la nómina en la versión 4.0 del servicio de facturación y pagarle.
Como ya no se puede imprimir el RFC como antes en internet, “250 pesos te cobran en un café internet por sacar ese documento oficial, ya no es así nomás, lo tienen que mandar desde aquí”, refirió el entrevistado, quien por tercera vez en el año acudió al SAT.
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Francisco Gárate Estrada, contador público certificado y vicepresidente fiscal del Colegio de Contadores Públicos de Baja California, considera necesario que la autoridad prorrogue la implementación de la versión 4.0 de facturación, para no afectar a trabajadores y empresas.
“Lamentablemente si no se da la prórroga, la que sale ganando es la autoridad, porque las empresas no van a poder deducir ese gasto primordial de los negocios, y por ende, va a haber un incremento de la base del pago del impuesto”; es decir, el fisco recaudará más.
“La misma autoridad está causando un caos, porque no hay citas. Puedes ir por tu constancia sin cita y te la pueden imprimir, pero las filas están interminables y aparte el trabajador deja de laborar para ir por la constancia, porque es en horarios laborales. Si no alcanza el trámite, va a tener que ir otro día, entonces ese tipo de complicaciones las está generando la propia autoridad”, dijo, al no contar con suficiente personal para atender la demanda.
Si bien el SAT brindó opciones -mediante una aplicación llamada SAT ID- para tramitar la constancia, el trabajador debe contar con una contraseña o firma electrónica; sin embargo, 90% de los trabajadores que perciben su sueldo vía nómina no tienen esa información y tampoco están familiarizados con procesos del SAT.
Al estar saturado el sistema de citas, la autoridad acumula trámites que no se han podido hacer, como la obtención de firmas electrónicas, alta de empresas y personas físicas, ya que hay “una fila virtual, pero pasan meses y no te asignan la cita, así de increíble”, apuntó Gárate Estrada.
La implementación de la versión 4.0 de facturación no genera ningún beneficio para el contribuyente, al ser una acción meramente de control y fiscalización por parte de la autoridad, la cual requiere identificar el régimen y el código postal del domicilio tanto del emisor como del receptor, los cuales deben coincidir con la información del SAT.
