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domingo, abril 7, 2024
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“Nunca está uno satisfecho con la literatura”: Hugo Hiriart

El escritor mexicano celebra 80 años con el libro sobre religión titulado “Lo diferente”, editado por Literatura Random House. “El gobierno tiene que saber más que los criminales, saber sobre ellos todo lo que pueda, pero no hay policía de investigación en México, ¡cómo puede ser!”, expresó a ZETA

Uno de los autores mexicanos más laureados y reconocidos de su generación, de la década de los 40, es Hugo Hiriart, que este año celebra 80 años con la publicación del ensayo “Lo diferente. Iniciación en la mística”, editado en 2021 por el sello Literatura Random House de Grupo Editorial Random House.


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Dramaturgo, novelista, ensayista, articulista y filósofo, Hiriart recordó en entrevista para ZETA sus inicios en la filosofía, sus maestros, su aventura por el periodismo, hasta algunas conclusiones a las que ha llegado en torno a la literatura, filosofía y religión, tema de su nuevo libro, ya que “llevo muchos años dándole vueltas a toda la cosa de la religión”.

 

EL CAMINO A LA FILOSOFÍA


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Hugo Hiriart nació el 28 de abril de 1942 en Ciudad de México. En el diálogo con este Semanario, recordó cómo en la niñez empezó a leer las clásicas novelas de aventuras de la literatura universal:

“Yo empecé a leer cuando mi papá me regaló ‘La isla misteriosa’, en tres tomos, amarillos, es una novela larga de Julio Verne; fue mi primera lectura y ahí comenzó mi obsesión por Julio Verne y Salgari, estos grandes maestros de la novela de aventuras, me encantaban y me encantan, son una cosa preciosa esos libros. Me siguen gustando, porque yo soy muy apegado a mi propia infancia”.

Estudió Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, de manera que dialogar con Hugo Hiriart es también encontrarse a diversos autores de la literatura universal, mexicanos de nacimiento o extranjeros exiliados en México, que fueron sus maestros: José Gaos, Luis Villoro, José M. Gallegos Rocafull, Fernando Salmerón, Ramón Xirau y Alejandro Rossi.

¿Por qué decidió estudiar filosofía y no literatura?, cuestionó ZETA a Hugo Hiriart.

“Fue por el padre Gallego Rocafull. Yo fui a la escuela principalmente para estudiar Historia del Arte y me gustaba mucho pintar. La clase que daba el maestro Gallego Rocafull era Filosofía de la Historia, yo entré a la clase y me encantó. Y además descubrí una cosa que también me gustó, me llenó de cierto orgullo: a la hora de discutir tenía yo cierta facilidad, entonces argumentaba y lo hacía con desenvoltura. La literatura, decía yo, la aprendo solo, pero filosofía nadie la puede aprender solo, es dificilísima. Estuve siete años estudiando filosofía y me hizo mucho bien, porque me dio una solidez que sólo se adquiere estudiando filosofía”.

 

EN EL PERIODISMO

Hugo Hiriart también ha tenido una relación estrecha con el periodismo desde que empezó, en 1967, a publicar artículos en Excélsior, que dirigía Julio Scherer García, tal como contó en la entrevista para ZETA:

“Un día estaba yo comiendo aquí en mi casa, me habló Julio Scherer y me dijo: ‘Oiga, queremos hablar con usted para ver si se interesa en colaborar en Excélsior’. Yo nunca en mi vida había leído un artículo. Le dije: ‘Cómo no, sí’. Me dijo: ‘Escribe dos artículos y los traes el miércoles al periódico’. El miércoles fui al periódico, poco antes del mediodía, luego le entregué los dos artículos en la escalera, él venía bajando y yo llegando; entonces vio los títulos y me dijo: ‘Ninguno de estos dos se va a publicar, pero déjamelos y luego hablamos tú y yo’. El jueves me estaba bañando, subió mi papá y me dijo: ‘Publicaron una cosa tuya en Excélsior’. O sea, sí lo había publicado Scherer; y así empezó una colaboración, cada jueves escribía, él me fue guiando, nos hicimos muy amigos. Pasaron los años y nuestra amistad se fue ahondando”.

Recordó que de hecho era estudiante de Filosofía cuando empezó a colaborar en Excélsior:

“Todavía era estudiante, pero ya publicaba en Excélsior; fue un año antes del movimiento estudiantil de Tlatelolco. Yo entré a escribir en el Excélsior de Julio Scherer en 1967, y ya no he parado de escribir artículos”.

Desde la década de los 70 y 80, Hiriart también ha colaborado en Unomásuno, La Jornada, Vuelta y Nexos, “de pronto me di cuenta que uno ponía muchas ganas en escribir un artículo, pero ya no servía para nada cuatro días después, porque si el artículo es coyuntural, muere con la coyuntura; entonces dije ‘yo no quiero eso, yo voy a escribir lo mejor que pueda los artículos pensando en un libro, que los voy a juntar después’. Así fue, así he hecho muchos libros, que su origen fueron artículos de periodistas, eso hacía en primer lugar, nunca he dejado de hacerlo; luego hacía novelas y en tercer lugar hacía obras de teatro”, rememoró.

 

“NO HAY NINGUNA GRAN OBRA LITERARIA POR LA TRAMA”

Después de su primera novela “Galaor” (1972, Premio Xavier Villaurrutia) y su primera obra de teatro “La ginecomaquia” (1980), Hugo Hiriart ha sido reconocido con diversas distinciones como las becas Guggenheim (1983) y Woodrow Wilson (1988); Premio de la Asociación Mexicana de Críticos por “Ginecomaquia” (1980), Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón (2000), Premio Nacional de Ciencias y Artes (2009), hasta la Medalla Bellas Artes en 2017, entre otros.

Usted ha dicho en diferentes conferencias que no es tan importante la trama como los personajes, ¿podría argumentar esta idea?

“Las obras de teatro y las novelas no son buenas por la trama, la trama casi siempre es la misma, una obra es buena cuando tiene buenos personajes, personajes complejos, contradictorios, interesantes. Nunca una obra de teatro ha pasado a la fama por la trama, todas han pasado a la historia por los personajes. Los que son complejos son los personajes, no las tramas. Shakespeare tiene más personajes interesantes que todo el teatro español. Ahora, también Shakespeare, solo, tiene más personajes que todo el teatro inglés.

“No hay ninguna gran obra literaria por la trama, la trama es una ingeniosidad, una cosa superficial; la densidad está en los personaje, lo que te hace pensar no es la trama. La trama siempre es artificial, los personajes no. Eurípides es un gran autor por las mujeres que creó, nadie en el teatro, ni Shakespeare, creó tantas mujeres tan interesantes, tan humanas, como él, nadie. Eurípides es un repertorio de mujeres apasionadas, contradictorias”.

Entonces, además de la trama, ¿los personajes son más importantes incluso que las ideas que quieren desarrollarse en una obra?

“Eso es lo que menos importa. Lo que más importante son los personajes, son los que llevan la dificultad, el dolor. Los que cargan la trama son los personajes”.

 

ENTRE LA FILOSOFÍA Y LA RELIGIÓN

En su nuevo libro, “Lo diferente. Iniciación en la mística”, Hugo Hiriart comparte sus ideas en torno a Dios, la religión y filosofía, donde pululan algunas de sus lecturas, pero también aquellos maestros que lo impulsaron a desarrollar diversos razonamientos en torno a la mística.

“Llevo muchos años dándole vueltas a toda la cosa de la religión. Empecé con un curso de Luis Villoro, justamente, porque a mí me ha fascinado mucho la religión, me sorprende y no me gusta nada que está totalmente muy dejada de la mano de Dios, lleva mucho tiempo postergada. Este libro es un pensamiento sobre la religión y sí toca algunos puntos sobre filosofía, pero ya a nadie le interesa, la ciencia experimental ha ocupado todo el espacio.

“José Gaos me dio un curso de Ética, fue el mejor que recibí en la universidad. Yo pertenecía en esa época a las Juventudes Comunistas. Tomaba clases con Gallego Rocafull, luego tenía hora libre, nos íbamos a tomar café el padre Gallego Rocafull y yo. Gallego nos dio Introducción a la religión, ahí empezó para mí el estudio y termina en este último libro, ‘Lo diferente’. Luis Villoro me dio un curso de Fenomenología de la religión, que también aparece en el último libro que publiqué, ‘Lo diferente’”.

¿Quedó satisfecho tras escribir “Lo diferente”?

“Nunca está uno satisfecho con la literatura, eso es lo bueno, esa insatisfacción hace que uno siga dale y dale y dale, porque uno dice ‘esta vez no me salió, pero a la próxima sí, y a darle’. La insatisfacción hace muy buen papel, rima muy bien con el arte”.

 

“VIVIMOS EN UN PAÍS QUE NO TIENE POLICÍA”

Cuando publicó “El águila y el gusano” (Penguin Random House, 2014), Hugo Hiriart expresó a ZETA: “Éste es un gobierno cleptocrático”.

Han transcurrido dos sexenios, el de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, no obstante, continúan los asesinatos de periodistas, las ejecuciones, desapariciones, feminicidios, por lo que Hiriart planteó:

“Vivimos en un país que no tiene Policía. Policía es esto: Policía es que tú tengas un grupo no muy grande, que conozcas muy bien, porque si es muy grande, no lo puedes conocer bien, y que puedas decir: ‘A ver González, infiltre usted este grupo que está dando mucha guerra’. Y entonces él va y nos informa”.

Concluyó:

“El gobierno tiene que saber más que los criminales, saber sobre ellos todo lo que pueda, pero no hay Policía de investigación en México, ¡cómo puede ser!”.

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
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