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viernes, octubre 11, 2024
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El síndrome o efecto del avestruz

El síndrome o efecto del avestruz es un sesgo cognitivo que implica la tendencia a evitar toda aquella información negativa que catalogamos de manera más o menos consciente, como peligrosa. Es pues, un mecanismo de  atención selectiva de la información mediante el cual evitamos aquella que tiene connotaciones negativas  para nosotros. En la práctica, seria ignorar las situaciones de riesgo o señales de las mismas, pretendiendo que no existen. En simples y llanas palabras: “El ignorar  las malas noticias no las hará desaparecer”.

Tal pareciera que el síndrome antes mencionado se ha apoderado de un amplio sector del magisterio de Baja California, pues a pesar de las evidentes señales que ha enviado el gobierno estatal y federal con la federalización de la nómina, la homologación de prestaciones y la universalidad de la salud se niegan a creer que se afectaran en un futuro mediato sus prestaciones económicas y sociales (conversión de Issstecali en Insabi)

Se vislumbra una gravísima afectación a todos aquellos que tienen pensiones altas, que aunque fueron ganadas con arduo trabajo y estudio, se establecerá un tope máximo de 10 UMAS (28 mil pesos aprox.).

Si bien este proceso no se ha llevado a cabo, esto no quiere decir que lo hayan dejado de lado. Se cree que tan solo están esperando el momento oportuno para firmar los acuerdos entre estado y federación para la implementación de la federalización de la nómina. El argumento para callar a los que avizoran el riesgo de perder seis de los ocho principales bonos es asegurar el pago puntual al magisterio de Baja California.

Al no existir, hasta este momento, la certeza de que se conservarán todas nuestras prestaciones actuales los compañeros maestros en activo y jubilados debieran estar tomando cartas sobre el asunto. Pues de firmarse los convenios de una forma sorpresiva, únicamente tendrán 15 días para intentar protegerse mediante la utilización de un Amparo.

Lo extrañamente curioso de este síndrome, es que quienes lo padecen hasta se molestan cuando se aborda este tema, pues tienen confianza ciega en los líderes sindicales coludidos con el patrón-gobierno.

Y aunque se tiene la amarga experiencia de la pérdida de la jubilación dinámica, no reaccionan adecuadamente para intentar que suceda lo mismo; pero ahora con mayores y nefastas implicaciones pues se afectará a todo el magisterio estatal y de paso también a los compañeros federales. Aunque ellos afirman lo contrario, pues como según ya están federalizados, se les olvida que el gobierno estatal les paga el 22 por ciento. Y qué tal si no se incluye en la firma de los convenios, tal como se tiene el temor que no se incluyan los seis bonos. Para su consideración y análisis, compañeros.

Despierten de ese sueño seductor de la apatía e incredulidad, pues de darse las afectaciones que hemos mencionado en anteriores publicaciones, ese sueño seductor se convertirá en una cruel pesadilla que viviremos el resto de nuestra vida laboral, de la cual no escaparan ni los que tienen 20 o más años de jubilados.

 

Atentamente,

Francisco Heredia Guzmán.

Tijuana, B.C.

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