Por medio del presente le envío un cordial saludo y al mismo tiempo comparto mi experiencia en el Sistema Penitenciario.
El 1 de junio cumpliré 25 años de que ingresé al sistema penitenciario; y lo digo con orgullo, que he vivido buenas experiencias, y malas también.
Dentro de mis funciones, he trabajado todas las áreas del interior y exterior. He visto llegar tanta gente, como irse; he vivido la transformación del sistema en su evolución a través de estos 25 años.
Actualmente no estamos mejor; seguimos careciendo de lo más indispensable dentro de nuestras funciones, como son equipos en general.
Lo que sigue igual es la poca oportunidad para la mujer dentro. Cuando me enteré que era una mujer quien estaría al mando de la comisión, me llené de orgullo, pero no cambió mucho; continuamos con la discriminación, no existe la equidad de género y mucho menos la oportunidad para nosotras.
Yo me preparé profesionalmente porque sabía que llegaría a no tener las habilidades operativas dentro de mis funciones, como actualmente me encuentro. Y lo más triste es que no se toma en cuenta la profesionalización; o tal vez no conozca a los elementos que hemos sido fieles durante tantos años. Se sorprendería de conocer a compañeros y compañeras con tanta experiencia y habilidades dentro de sus funciones. Compañeros y compañeras con licenciaturas; algunos y algunas con maestría.
En mi caso, soy una custodia de 63 años, profesionalizada en Licenciatura en Derecho y Maestría en Ciencias Penales, con una especialidad en Justicia para Adolescentes y dos diplomados en Derechos Humanos y Amparo, y dos certificados a nivel nacional como instructora de la Policía Procesal en el Sistema Acusatorio.
Actualmente soy la mujer más longeva del grupo de custodias; no tengo el gusto ni siquiera de conocer a la comisionada. He tratado de entablar un diálogo para compartir inquietudes laborales y no he tenido éxito… tal vez es porque no pertenezco a la fraternidad y no doy aportaciones catorcenales con descuentos vía nómina.
Hoy comparto mis inquietudes, no mis peticiones; no terminaría.
Me gustaría que se le diera la oportunidad a mis compañeras y compañeros en las diferentes áreas. Y que fueran más equitativas las oportunidades para la tropa, como nosotras y nosotros lo llamamos; inclusive, que un puesto fuera por conocimiento y experiencia, y no por antigüedad.
Llegan nuestros nuevos compañeros y compañeras con mucho mejores sueldos que quienes tenemos años en el sistema. O tal vez por nuestra antigüedad, los viejos ya no tenemos ninguna oportunidad dentro del sistema. O no se nos toma en cuenta.
Hoy con orgullo digo que en mis 25 años en el sistema penitenciario no voy a recibir ningún tipo de incentivo, mucho menos un reconocimiento. Solamente mi orgullo y satisfacción de mi experiencia y vivencias dentro de mis funciones, al decir que soy una custodia penitenciaria, comisionada a la Policía Procesal.
Y si menciono a mis comandantes, es porque me llena de orgullo y para mí es un honor trabajar con ellos, por sus conocimientos, experiencia y dedicación dentro de sus funciones: Comandante Francisco Rafael Hernández Benavides, Comandante Gerardo Moreno González y Comandante Federico Cantero Chávez.
Sin más por el momento, agradezco de antemano la atención que se me brindó.
Atentamente,
Maestra María Antonia Bermúdez Zaragoza, custodia penitenciaria.