La regularización de los autos chocolate es “una bomba de tiempo” que no ha explotado aún, debido al fracaso que significa el avance de la regularización de estas unidades, señaló Guillermo Rosales Zárate, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA).
En enero, el Gobierno de México estimaba 2 millones de vehículos usados de procedencia extranjera, como susceptibles a ser regularizados en diez estados, pero hasta el momento, estimaciones de funcionarios públicos indican que se han regularizado 60 mil unidades, ya que no se conocen las cifras oficiales del Registro Público Vehicular (Repuve), “las cuales por sí mismas no están generando una presión en términos de la demanda de vehículos nuevos o usados formales, son todavía muy pocos los que se han emplacado y que entran en la dinámica comercial para presionar directamente el comercio formal, pero cuando dimensionamos esta masa que se sigue acumulando pendiente de regularización y pensamos que esto se puede prolongar en el tiempo, con una prórroga al decreto”, advirtió el líder empresarial. Entonces, se estaría dando una afectación mayúscula.
Debido a que la frontera norte se ha mantenido abierta, puede haber acumulado entre 400 y 500 mil vehículos adicionales a la primera estimación del Gobierno Federal, de modo que la afectación de la política impulsada por Andrés Manuel López Obrador podría provocar una afectación similar a la que se tuvo por la regularización anual de 800 mil vehículos en el periodo comprendido de 2006 a 2009, y que conforme a estimaciones de la Secretaría de Economía de 2011 y 2015, reflejaban un impacto de alrededor de 200 mil vehículos nuevos que no se vendían en el país por la regularización de autos.
En conferencia de prensa, Rosales Zárate refirió que en abril de 2022 se vendieron 83 mil 459 vehículos ligeros, lo que significó un retroceso anual del 1%. En el primer cuatrimestre del año en curso se comercializaron 336 mil 841 unidades, una baja de -2.4% respecto al mismo periodo del año anterior. Ambas cifras, las más bajas en una década.
Entre los factores que inhiben la adquisición de vehículos, se encuentran los altos niveles de inflación y el deterioro en el poder adquisitivo y de crédito. A abril pasado, la inflación en vehículos ascendió a 9.01%, apuntó Rosales.
Por su parte, Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), indicó que en el cuarto mes del año la producción de unidades cayó -6.6% en términos anuales. En contraste, la exportación incrementó 2.9%, al enviarse al extranjero 241 mil 286 unidades.
De enero a abril, la producción tuvo un avance marginal de 0.9% respecto al mismo periodo del año anterior, y la exportación bajó -0.6%
De comparar la exportación de vehículos con la registrada en el primer cuatrimestre de 2019, cuando se enviaron 288 mil 756 unidades, la caída es de -18.5%, precisó el líder empresarial, para finalizar que los principales destinos de exportación son Estados Unidos, Canadá y Alemania.