Blanca, una ciudadana bajacaliforniana, se siente desilusionada de los elementos policiacos y ahora también de las fuerzas militares. En los últimos tres años, ha denunciado personalmente en las instalaciones de la Guardia Nacional y el Ejército, la venta de droga en dos domicilios de la colonia 20 de Noviembre en Tijuana. Anteriormente había acudido a la comandancia de la Policía Municipal, pero en ninguna de las tres instancias tuvo respuesta. Dos familiares de la mujer adquieren droga en las tienditas denunciadas. Primero se surtían en el “negocio” de un hombre identificado como Arturo, pero luego este dejó de vender al menudeo, para comenzar a repartir la droga a domicilio en una camioneta tipo pick-up. Opera desde una vivienda situada sobre la calle Juventino Rosas, casi frente a una universidad privada. Por recomendaciones de Arturo, los consumidores fueron canalizados con “El Sinaloa”, cuya tiendita se encuentra a escasos metros del otro punto de venta, por la calle Manuel Esperón, también en la colonia 20 de Noviembre. Ahí los adictos consiguen cristal, fentanilo, heroína… “Venden de todo”, abunda la señora Blanca, y fue más específica: “Si ves una bicicleta afuera del domicilio, ahí está ‘El Sinaloa’”. Todos los detalles que la mujer ha podido obtener por pláticas de sus familiares y que ella ha observado cuando los acompaña, fueron compartidos a las autoridades policiacas y militares. “Ya son tres años que estoy denunciando estos lugares y no me hacen caso. Me expongo porque estas denuncias las hago a escondidas, pero es que en mi familia hay dos adictos y son muchos los problemas que esto conlleva; para el tipo de respuestas que me dan las autoridades, que dizque tienen que agarrar in fraganti al vendedor, o sea, no quieren hacer su trabajo. Esas tienditas tienen por lo menos 20 años y nadie hace nada. Ahí llegan hasta policías municipales y del Ejército a surtirse o por su cuota. Esa es mi desesperación, están coludidos”, denunció la ciudadana.
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