Hay funcionarios públicos… que no funcionan.
Que el poder los transforma, marea, y en lugar de trabajar por el bien de la ciudadanía, hacen todo por destruir y perjudicar. Eso sucedió en Tijuana, pero pudo pasar en cualquier ciudad de la república: que llegaran hombres y mujeres, muy alejados del servicio público, pero muy cerca de un grupo político integrado por trapecistas o chapulines que salieron de sus partidos de origen para buscar “nuevas oportunidades de servir”.
En la Zona Río, muy cerca de la Garita de San Ysidro, desde hace más de 40 años funcionaban Palacio Municipal de Tijuana (que por fortuna sigue ahí), la Biblioteca Regional Benito Juárez, la Delegación Tijuana del Instituto de Cultura de B. C., con oficinas, galería y 2 auditorios. También estaba el “Palacio Blanco”, como identificaban al Centro de Gobierno.
A ese icónico edificio, llegaban aproximadamente por día, de 2500 a 3000 personas para realizar trámites. Ahí estaban poco más de 12 dependencias, en las que laboraban más de 550 trabajadores. Ahora ya no, debido a que Jaime Bonilla, gobernador por 2 años (¡afortunadamente!), se le ocurrió regalar el edificio a la UABC, ante la alegría de su rector, Daniel O. Valdez.
La historia del edificio se ha contado en muchas ocasiones. En brevedad, recordemos que su propietario original es el Gobierno Federal, que entregó el terreno para que ahí se levantara exclusivamente un edificio al servicio de los tijuanenses en todos sus trámites ante el gobierno estatal. Pero Bonilla, que se caracterizó como gobernador en no respetar normas, decidió hacer caravana con sombrero ajeno y ¡lo regaló!
Despojó a los tijuanenses de un lugar práctico, conocido, fácil de unir trámites municipales y estatales, y envió a distintos puntos de la ciudad las oficinas estatales. Y ahí andamos de un lado para otro, buscando la forma de cumplir con trámites y pagos. En la pasada campaña política, varios candidatos abrieron tamaña boca, para decir que ellos revertirían ese “donativo”. Pero como no ganaron, han encaminado su esfuerzo “de carácter social” a nuevos problemas que les ofrezca reflectores y entrevistas.
Aclarando, no hay persona de bien que no respete y quiera a nuestra universidad. Y no necesariamente por haber estudiado ahí, sino porque es de Tijuana. Se le ha entregado a la UABC incontables terrenos y millones de pesos para que construya edificios. En distintas época de su historia, hemos estado apoyando sus luchas y actividades. Cuenta ahí mismo en el Campus con terreno suficiente para hacer el edificio, sin necesidad de sacar de su área a los estudiantes de Medicina, que ahí mismo en Otay tienen su Facultad.
La gobernadora Marina del Pilar debe poner atención en este asunto porque los conflictos viales aumentarán y todos saldremos perdiendo, estudiantes y ciudadanía en general.
Nota 1. Por cierto, el hablantín de Bonilla, decidió sacar la Biblioteca Regional Benito Juárez, que pertenece al Ayuntamiento de Tijuana. La fugaz (por el poco tiempo que gobernó) alcaldesa Karla Ruiz, le siguió la corriente. Y nuestra biblioteca desde febrero del 2021 está cerrada. Su acervo en cajas de cartón.
Nota 2. Con gran servicio a niños, adolescentes y adultos, está cerrada ante la desesperación de quienes la mantenían viva, activa y vigente: los trabajadores y usuarios.
Nota 3. Alcaldesa Monserrat Caballero: necesitamos nuestra biblioteca ¡YA!
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org