El proceso de Revocación de Mandato se ha vuelto el encargo prioritario del Gobierno de México a los mandatarios morenistas, entre ellos Marina del Pilar Ávila Olmeda, la cual -desde hace algunas semanas- se ha visto obligada a enviar toda la caballería y estructura gubernamental para impulsar la participación ciudadana.
Básicamente es un termómetro de la simpatía que se tiene hacia el Presidente y el gobierno local en turno, por lo que -políticamente- el mensaje de la ciudadanía el próximo 10 de abril, repercutirá en las cuentas que se rindan a Andrés Manuel López Obrador, y por ello, ninguna entidad federativa quiere ser -porcentualmente- la de peores números.
Dentro de la administración marinista, la Revocación de Mandato también se ha tornado en una herramienta política interna para recibir el respaldo de la mandataria estatal o para repartir culpas, dependiendo de los resultados.
Según lo que han referido al autor de esta columna, Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán, secretario de Bienestar, ha utilizado este predicamento para movilizar sus fichas e intenta, además de crear y movilizar sus padrones, exiliar a los posibles rivales políticos dentro de su gabinete; el principal es el secretario general de Gobierno, Catalino Zavala Márquez.
El bonillista que ocupa el cargo más importante del Estado, se ha ido quedando sin adeptos dentro de la administración marinista gracias a Jáuregui Santillán, quien poco a poco ha operado dentro de los integrantes del equipo para reducir el apoyo o trabajo para Catalino.
De hecho, uno de los principales aliados del cinco veces diputado, era el secretario de Educación y Bienestar Social, Gerardo Solís, pero hasta él ha optado por unirse a las filas de “Netza”, uno de los hombres de confianza de Marina del Pilar, al grado que desde febrero, la nueva subsecretaria de Educación Básica es Dulce María Jáuregui Santillán, hermana del actual titular de Bienestar, con quien tratará de resolver el problema generado por la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo y la alimentación de los menores, la cual debe correr por cuenta -precisamente- de Bienestar.
Los movimientos de “Netza” se han extendido en el Poder Ejecutivo e incluso dentro del Legislativo, donde incluso ha negociado con algunos diputados para que lo apoyen a él -y no a Catalino- en la operación de Revocación de Mandato, a cambio de posiciones políticas o repartirse las candidaturas para 2024, donde pretende incluir a la diputada federal Julieta Ramírez -muy cercana a Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán- para que pueda trabajar algún distrito y tener una mayor intervención en el acontecer local, pues se dieron cuenta que desde la curul en el Congreso de la Unión, la ex particular de Marina no ha logrado grandes dividendos ni una estructura política firme.
Poco a poco, Catalino Zavala se ha ido quedando solo dentro de la administración estatal gracias a la operación “Netza”, pues considera al todavía secretario de Gobierno, un operador del bonillismo dentro del círculo más cercano de Marina del Pilar Ávila.
A partir del 10 de abril se podrá ver la efectividad de Jáuregui Santillán, pues si los resultados son positivos, se colgará la medalla, debido a la estructura que dice tener -la cual construyó con el apoyo de varios diputados-, pero si los números no les favorecen, focalizarán la responsabilidad a Catalino.
Pese a que comparten el mismo proyecto, todo parece indicar que los intereses dentro del equipo de Ávila Olmeda están muy claros.