La aprobación del proyecto se vistió de aplausos entre los tres niveles de gobierno que celebraron la ampliación de contrato de la planta que costará más de mil millones de pesos. Sin embargo, sociedad civil y especialistas en materia hídrica acusan que Congreso del Estado ni siquiera les convocó para exponer las afectaciones que traerá al medio ambiente el uso de estas obras para combatir la crisis del principal destino turístico de la entidad
Por unanimidad, la XVI Legislatura del Congreso del Estado aprobó la ampliación de contrato de la desaladora de Cabo San Lucas. Con ello, el Poder Legislativo autorizó al Ayuntamiento de Los Cabos a modificar el contrato de prestación de servicios con la planta.
Mientras la clase política celebra la decisión, la sociedad civil reclama las consecuencias que traerá el proyecto y la falta de socialización.
El consejero y fundador del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida (Freciudav), Juan Ángel Trasviña, confirmó que el Congreso del Estado no informó a la ciudadanía sobre los pros y contras de permitir al gobierno municipal de Los Cabos ampliar el contrato con la desaladora. Asimismo, recalcó que tampoco se convocó a expertos en el tema para aportar sugerencias u otras alternativas. “Nos enteramos cuando ya estaba hecho, nunca se nos preguntó nuestra opinión”, reiteró.
El especialista menciona que uno de los argumentos que la clase política usa para aprobar y promover estas obras, es que la inversión de recursos proviene de la Federación, sin embargo, finalmente sale de los bolsillos de la población, lo que se traduce en deuda para la ciudadanía.
Además, se trata de la opción más impactante tanto en el aspecto económico, como en el ambiental.
“Definitivamente, de acuerdo a diversos expertos, la desalinización de agua debe ser la última opción, no la primera. Desgraciadamente los políticos mal asesorados algunos, otros intencionados, porque hay mucho dinero de por medio, se van por esa opción”, dijo.
Precisó que, desde la toma de agua de mar, hay un impacto sobre la biota, posteriormente viene la descarga de salmuera con los químicos que se le adicionan.
“Es un impacto fuerte, sobre todo si estamos hablando de desalinización de muchos cientos de litros por segundo”, comentó.
La afectación no es igual a las plantas pequeñas que se utilizan en casas u hoteles, ya que en estos casos puede mitigarse.
Cabe recordar que el 30 de septiembre de 2020, la XV Legislatura del Congreso del Estado de Baja California Sur aprobó el proyecto de una nueva desaladora para Los Cabos. Autorizaron al gobierno municipal obtener dos líneas de crédito por más de 5 mil 200 millones de pesos a pagar en 25 años. “Se necesitan estudios muy serios y muy a conciencia, lo que no ha sucedido con las últimas dos aprobaciones”, agregó el activista.
PREFIERO EL ESTRÉS FINANCIERO QUE EL SOCIAL: ALCALDE
En contraste con la opinión de especialistas, el alcalde de Los Cabos, Óscar Leggs Castro, enfatizó que la aprobación de la ampliación de contrato es un “hecho histórico” para la población del principal destino turístico de Baja California Sur, ya que la crisis hídrica los azota todos los días.
“Sin duda, un día histórico para los cabeños y también para los sudcalifornianos. Esto que sirva de ejemplo para los demás municipios, tendrán que hacer esto mismo: trabajar con las desaladoras. Los mantos acuíferos ya no son suficientes para abastecer agua a los habitantes”, indicó.
El director general del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS) de Los Cabos, Ismael Rodríguez Piña, informó que se requiere de una inversión de mil 641 millones de pesos para la ampliación. Para absorber este compromiso económico, el Ayuntamiento deberá comprometer las participaciones federales y el impuesto Predial.
Al cuestionar al alcalde si habrá recursos para seguir atendiendo a la población y el gobierno municipal podrá con la carga económica, respondió que tienen un plan que involucra sanear las finanzas de OOMSAPAS: “Prefiero el estrés financiero al estrés social. Vamos a seguir trabajando y por supuesto que va a haber, porque estamos organizando Los Cabos, de tal manera que se va a pagar. Tenemos un programa de agua en OOMSAPAS donde tenemos una cartera vencida de mil 419 millones de pesos, y aparte de eso, hay el doble de quienes se están robando el agua y no pagan, vamos sobre ellos”.
Leggs insistió en que el uso de desaladoras será necesario para los demás municipios ante el estrés hídrico que enfrenta Baja California Sur.
No obstante, la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero, ha descartado la aplicación de estas obras, ya que cuentan con estudios que proponen otras alternativas.
El director de OOMSAPAS explicó que la ampliación de contrato permitirá un margen de 405 litros por segundo para Los Cabos, lo que permitirá contar con una capacidad de hasta 605 litros por segundo en el municipio.
“El proyecto lo avala técnicamente en el sentido de que podrá tener crecimiento modular posterior a eso, para que tenga un alcance derivado de la toma directa de mar como fuente de abastecimiento principal y de rechazo de hasta mil 350 litros por segundo”, dijo Rodríguez Piña.
La ampliación de contrato y cantidad de agua que se compra a la desaladora, mejoraría el servicio para el 89% de los más de 88 mil usuarios que existen en Los Cabos.
Pese a la celebración, reconoció que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 650 litros por segundo no es suficiente para cubrir el déficit de Los Cabos. Óscar Leggs menciona que se requieren más de mil litros por segundo.
Por otra parte, la diputada presidenta de la Mesa Directiva del Segundo Periodo Ordinario, Gabriela Montoya, aseguró que no era necesario llevar a cabo otro análisis, ya que contaban con estudios elaborados en 2018.
“Se tienen todos los permisos, ya hubo un tema de una desaladora que está funcionando y se tienen todos los permisos de los temas ambientales. Ya lo revisamos, al igual que los estudios del impacto presupuestal y a fondo”, aseveró.
LAS ALTERNATIVAS
La construcción, aprobación y promoción de desaladoras debe ser la cuarta opción, reitera el fundador del Freciudav.
Existen diversas opciones que reducen el costo ambiental y económico al que deberán enfrentarse las poblaciones en donde estos proyectos son autorizadas, la primera de ellas, la reparación de las fugas de la red hídrica.
Según datos del Freciudav, los Ayuntamientos de La Paz y Los Cabos reconocen que se pierde más del 40% del vital líquido en fugas por el mal estado de la red de distribución.
La propuesta es reparar la red, que cuesta mucho menos que una desalinizadora y con la reparación es posible que ya no sea necesaria la planta.
“Es tonto desalinizar agua a un alto costo para que se pierda tanto, por cada 100 litros se pierden 40. Es algo que no suena muy lógico, así que la primera opción es esa. Si no se toma así, es porque ya hay otro tipo de intenciones”, dijo Juan Ángel Trasviña.
La segunda opción, es la construcción de represas para contener el agua pluvial, que cada año esos millones de litros se descargan en el mar, cuando podrían quedar almacenados para infiltrarlos en los acuíferos y potabilizarlos para anexarlos a la red. Dentro de esta alternativa también está el recuperar la laguna que existía en la Sierra de la Laguna.
La tercera opción ya se aplica en diez estados de la Unión Americana, en diferentes condados, entre estos el de Orange en California, donde intervienen el 100% del agua residual con un alto nivel de tratamiento para convertirla en líquido potable.
Los gobiernos potabilizan el agua y en algunos casos la inyectan al subsuelo, en otros la inyectan a la red como complemento.
“En Orange están reciclando más de 2 mil 300 litros por segundo, que es más de lo que usamos en La Paz. Ya tienen varios años y ya todos los estudios indican que no hay ningún incremento en morbilidad o en cualquier otro tipo de problema por hacerlo”, indicó el activista.
En esta tercera opción se encuentra un beneficio ambiental, al desaparecer la contaminación por aguas residuales y el precio del servicio es mucho más bajo que el de una desalinizadora.
El Freciudav coincide en que se vende un discurso en el que estas plantas se presentan a la sociedad como una cura milagrosa, sin embargo, huelen a corrupción, ya que las autoridades descartan las alternativas. “Si hubiera una real conciencia, se irían por las primeras tres opciones antes de irse por esas plantas”, enfatizó Trasviña.
“Nuestra propuesta es: agotemos las tres primeras opciones, reparación de fugas y control, uso de presas, represas, etc, reciclaje al 100%. Y cuando ya se agote todo eso, vamos a la desalinización porque ya no hay otra opción. El gran problema es que aquí se van a la cuarta opción, que es la más cara económica y ambientalmente hablando”, agregó.
Para Juan Ángel, el panorama es aterrador y triste, ya que, de no tomarse las primeras opciones, se dependerá de las desalinizadoras.
“Nos va a llevar a un costo alto en lo económico y en lo ambiental, eso es lo que esa gente no ve. Son gente desinformada que no se preocupa por buscar información a quienes los asesoren de manera adecuada sin intereses personales”, finalizó el fundador del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida.