Así calificó Marina del Pilar Ávila los permisos para la captura con anzuelo de atún para pescadores ribereños, otorgados por su antecesor en el gobierno del Estado, Jaime Bonilla Valdez. Lo hizo el miércoles 23 de marzo en Mexicali, durante su rueda de prensa semanal; y hasta en son de mofa, dijo que se trataba de “permisos chocolate” o “pescapromex”, en alusión a los vehículos introducidos al país de manera ilegal. La mandataria reiteró que esos permisos no tienen validez, ya que el tema es competencia del Gobierno Federal y los mismos pescadores lo sabían, incluso dijo que estaban molestos por la simulación. Desde que se hizo oficial el nombramiento de Alma Rosa García Juárez al frente de la Secretaría de Pesca, la propia funcionaria se encargó de aclarar que el tema iba a caerse y poco después la Conapesca anunció una acción de inconstitucionalidad. Así como el gobierno actual lanza señalamientos de simulación por parte de los anteriores funcionarios y mandatario, es deseable que, por lo menos en lo que concierne a Ensenada, su administración también actúe con seriedad en dos temas de mayor trascendencia: el abastecimiento y tratamiento de agua, así como el Puente El Gallo, que supuestamente para finales de este mes ya tendría paso por la Reforma y en abril quedaría concluido, algo que evidentemente no sucederá. Hay colonias que duran hasta dos semanas sin agua, a pesar de que no dependen de la planta desalinizadora, actualmente en reparación. Y ni qué decir de la contaminación en Playa Hermosa, ocho meses y contando, a causa de la obsolescencia de la Planta El Gallo. Basta, pues, de simulaciones.