Dedicado con cariño a la niña Betania
Fiel reflejo de ternura,
que regalas con amor y
derramas con dulzura
que recibo con fervor.
Contemplando tu carita,
con cariño y bendición,
me quitaste la amargura.
Ya no tengo la aflicción.
Linda niña, pero de
extraño mirar:
tienes algo muy divino,
diferente, angelical.
En los momentos
de angustia empiezo
a entender, si me siento
indeleble, y me das
tranquilidad.
Andrés Hernández.
León, Gto.