“No hay nada más espantoso que la ignorancia activa”
-Johann Wolfgang von Goethe
El enroque ordenado recientemente de manera unilateral y arbitraria por el Tribunal Superior de Justicia del Estado al cambiar de adscripción a 8 Jueces, más otros 7 que fueron enviados de adscripción a otros juzgados, desdeñando de manera indecorosa con improvisación la especialización (y consecuentemente, la experiencia) que tienen varios titulares de juzgados, es una grave falta de respeto y revela la nula preocupación que Alejandro Isaac Fragozo López, Magistrado Presidente, tiene con relación al respeto que merecen los justiciables, los abogados y en general la ciudadanía.
Desafortunadamente, estos últimos tienen que recurrir a los Tribunales del Estado en busca de justicia, que pocas veces se da; dé celeridad en sus sumarios. lo que prácticamente no ocurre, a un edificio de Tribunales. En este caso me refiero al del Partido Judicial de Tijuana, B.C., en donde el espacio es reñido con los juzgados que se encuentran asentados en un edificio viejo, sin mantenimiento, sin vigilancia; es decir, con todas las carencias habidas y por haber, y que por supuesto, al presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado no le importan. Menos aún al Consejo de la Judicatura, lo que está perfectamente claro para todos los Servidores Públicos del Sistema de Administración de Justicia Civil y Familiar.
El cambio referido de adscripción de los Jueces afecta a todo el foro de abogados de Tijuana y Ensenada. ¿Sabrán acaso los Magistrados y los integrantes del Consejo de la Judicatura el esfuerzo casi titánico que cada litigante debe de hacer para obtener una cita con un secretario Actuario para realizar un emplazamiento, una notificación de audiencia o de sentencia? ¿Sabrán estos supuestos servidores públicos que cada intercambio de Juez obliga, a su vez, a notificar a las partes su cambio en cada expediente del Juzgado al cual fue asignado y que esta debe de ser una notificación personal a través de un Actuario a cada una de las partes?
Independientemente de lo anterior, habría que considerar el brutal rezago que cada Juzgado tiene, agregando la crisis que se ha vivido con motivo de la pandemia en los Tribunales, lo que lógicamente provocará un retraso adicional en los juicios de unos cuantos meses más, con la mayor afectación a los que están notificadas las partes de diligencias como emplazamientos, desahogo de pruebas, notificación de reconvenciones y la desesperación ciudadana, de la cual parte de la factura la debemos de cargar los abogados litigantes, pues el ciudadano común es ajeno a estas acrobacias judiciales ignora.
Al ordenar estos cambios, habrá reflexionado el Presidente del Tribunal, los Magistrados y quienes componen el Consejo de la Judicatura sabrán cual fue el propósito para que se crearan Juzgados especializados en Juicios de Orden Civil, Familiar o Mercantil; por ejemplo, la titular del Juzgado Décimo de lo Civil especializado en materia Mercantil, que conocía todos sus expedientes, fue cambiada de adscripción al Juzgado Primero Civil de Mexicali; o en su caso, la ex titular del Juzgado Tercero de Primera Instancia de lo Familiar, con muchos años de adscripción en el Tribunal citado fue removida al Juzgado Segundo de lo Civil ,que tiene una área completamente distinta a la de especialización. Consecuentemente, esto provocará una atraso y rezago brutal en todos los Tribunales.
Jugar a la justicia nunca es dable en personas sensatas e inteligentes, menospreciar a los litigantes es brutal. ¿Y el respeto que merecen los justiciables en dónde queda? La gobernadora del Estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda, tiene la respuesta porque el Poder Judicial carece de ella.
Benigno Licea González es Doctor en Derecho Constitucional y Derecho Penal. Fue presidente del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa”, A. C.
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