La lógica del presidente ruso Vladimir Putin para invadir Ucrania es que es una nación estratégica. “Ucrania del Este, es de Rusia”, ha dicho ante 500 periodistas internacionales. Ante la movilización de misiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para fortalecer esa región ucraniana.
En su retórica, Putin, que lleva gobernando casi 20 años, expresa que Occidente (Europa y USA), no tienen por qué reclamarle la anexión de la península de Crimea; y que la OTAN no tiene por qué movilizar tropas y misiles para proteger a Ucrania ante una siniestra invasión Rusa. Putin conoce un poco del tema, pues le reclama a USA que las pretensiones de la OTAN sería tanto como olvidar que Texas y California fueron territorios de México, y que entonces sería como si Rusia movilizara misiles rusos -dice Putin- en la frontera mexicana con Norteamérica, para obligar que regresasen Texas y California.
La vacilada de Putin, es tan ocurrente que los mexicanos no conocemos los misiles, al menos en suelo mexicano. No son permitidos. Menos instalarlos, como supuestamente en la “crisis de los misiles” rusos en Cuba, dirigidos a Florida.
Por ahí en internet se encuentra como testimonio risible, el cheque por casi 7.2 millones (siete millones doscientos mil) dólares que pagó Estados Unidos a Rusia por la venta de Alaska en 1865. Por esa cantidad, la Rusia zarista vendió aquellos bosques congelados, pero con un subsuelo repleto de petróleo. Ahora propiedad de USA.
El ex gobernador del Distrito Norte de Baja California, el general Abelardo Rodríguez y Presidente Interino de México, en admirable prosa y con una mente casi de scanner, describe sus experiencias directas en Apuntes sobre mi viaje a Rusia, en la década de 1930’s; narra magistralmente la pobreza y el abandono en que vivían los campesinos y las personas ordinarias en el paraíso soviético. En la Ucrania del siglo XXI, actual, un pediatra percibe un salario mensual de $100 dólares; en Cuba percibe $30 dólares al mes un médico especialista.
Muchos países, incluso Estados Unidos, Venezuela, México, Argentina, Rusia, Ucrania, en medio de multitud de problemas sociales como la pobreza, el desempleo, el hambre, drogadicción… Muchas naciones gastan miles de millones de dólares y recursos humanos para el tema de la seguridad; mientras millones de sus gentes no tienen ni que comer, ni medicamentos, ni vivienda, ni trabajo, sobreviven al día en medio de sistemas de seguridad que son una grosería por los gastos que representa el armamentismo.
Se sabe que el abuelo de Vladimir Putin, fue cocinero de Joseph Stalin. La cosa es que Rusia ha sufrido ya por siglos, puras decepciones con los Zares soviéticos, supuestamente cristianos ortodoxos, y que entretenían al pueblo hambriento con los huevos de pascua que regalaban por cientos de miles. Ignoraron las voces proféticas de Soloviov, Brediaev. Bulgakov, Tatiana Goricheva. Tras el Zarismo, vino el terror de los Gulags siberianos; y después de momentos en que Rusia se inundó de McDonald’s -porque a los rusos les gustan las papas como a nosotros los frijoles-, tras la perestroika del Nobel Mijaíl Gorbachov, que calentó un poco la guerra fría.
Tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de las ex repúblicas soviéticas. Parece certera la consideración de Alexander Solyenitzin en su obra El Error de Occidente (Emece ediciones), haber vendido armas a la URSS ha resultado suicida. Es un país lleno de armas modernas, pero de mucha basura bélica que no sirve para alimentar a su pueblo que como en el caso de Ucrania, hoy nación independiente de Rusia; siendo que fue el granero de los rusos. Paradójicamente, en los 1930-1940’s más de cinco millones de ucranianos como consigna el libro Death by Hungry, murieron por hambre, teniendo Ucrania los graneros repletos de trigo, y que los soviéticos inhumanamente no les permitieron comer para vivir.
Termina este año 2021, segundo ya de pandemia mundial, y uno se pregunta con el tema de Alaska-Rusia-USA en 1865, hace 165 años; la miseria en que vive la mayoría rusa hoy. El fracaso de los soviets. Busca la Rusia de Putin, anexarse más territorio ucraniano para matar a esa pobre gente de hambre como ya lo hizo Stalin.
Y en Estados Unidos las cosas no están mejor, solo de considerar que es el mayor consumidor de drogas en el mundo.
John Lennon imagina un mundo sin fronteras, de paz, amor; y que el mundo fuera uno sólo. Su proyecto Let it Be sería para posicionar a Cristo en los medios y en las personas, por eso Déjalo Ser.
Solyenitzin, Nobel Ruso de Literatura 1970, en uno de sus discursos ante la ONU les propuso a las naciones que mientras Jesucristo no fuera tomado en cuenta en nuestras relaciones humanas, todo sería un fracaso.
Quiera Dios que no amanezcamos este 2022 con la mala noticia de una conflagración mundial por la avaricia de los poderosos. Como aquel 1994, cuando México despertó con el levantamiento zapatista en el Sureste. Ante tanta miseria y marginación e irresponsabilidad.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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