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domingo, abril 7, 2024
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Periodistas en Tijuana, memorial

A la memoria de Margarito Martínez y Lourdes Maldonado.

 


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“La mía no es una vocación, es una misión”.

-Ryszard Kapuscinski Sobre el Buen Periodismo

 


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Lourdes Maldonado, periodista asesinada en Tijuana el domingo 23 de enero, tomó la palabra durante la Vigilia del viernes 21, para pedir justicia por el crimen del fotoperiodista Margarito Martínez ejecutado el lunes 17 de enero. Como ella, cerca de su casa…

En la época del primer gobernador de Baja California, Braulio Maldonado, el crimen organizado mandó asesinar al periodista Manuel Acosta Meza en 1958.

Maldonado no solo mandó asesinar a Acosta Meza, y su pequeña hija cuando veían un programa de televisión. Otra víctima fue el propietario y director de Centinela, de los pocos diarios independientes en Mexicali. Los braulistas atentaron contra don Ángel Zaldívar y Guillermo Manzano, perseguidos hasta que desaparecieron esa publicación. Por haber protestado con el pueblo, contra el establecimiento de los juegos de azar en Baja California.

En esta época fue cobardemente asesinado el impresor Fernando Márquez Sánchez, por un pistolero de Braulio, llamado Trinidad Hernández. La causa del crimen: por no dejar de confeccionar en su imprenta publicaciones catalogadas como “enemigas” del gobierno.

Otra historia en Baja California, es el despojo que por 350 millones de pesos, en 1958 Maldonado promovió en la zona del Río Tijuana, sin importarle el destino de cinco mil familias entonces ahí asentadas. Por eso asesinó a don Alfonso Marín, su mamá y hermanos, para luego incendiar la casa con todo y cuerpos.

La historia del periodismo es esencial en la historia de Baja California y la región. Si es lamentable el crimen contra el fotoperiodista Margarito y la comunicadora Lourdes. Habría que agradecer a los periodistas y comunicadores su entrega e identidad en ser parte de la vida democrática y la evolución social de la entidad.

Fue un grupo de buenos periodistas quienes en 1989 fueron parte crucial de la alternancia en el poder; en especial cuando descubrieron, en pleno centro cívico de Mexicali, una imprenta en la que se “cocinaba” el fraude electoral; en donde se descubrió boletas y otro material para alterar aquel proceso que fue denunciado oportuna y valientemente por reconocidos periodistas investigadores.

Javier Valdez, periodista sinaloense de Culiacán y fundador director de Río Doce, asesinado por el crimen organizado, decía que nadie quiere comprometerse. Porque comprometerse es sufrir.

Margarito fue asesinado el 17 de enero, y Lourdes el domingo 23; de una manera sencilla cada 24 de enero es la Fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, y los Papas (desde Pablo VI, 1963) firman el Mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

La Iglesia reconoce el trabajo de los periodistas y comunicadores, en especial a través de dos santos ejecutados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial: el sacerdote holandés y Carmelita, Tito Brandsma, defensor de los periodistas durante el nazismo; y san Maximiliano María Kolbe, humilde sacerdote franciscano, sacrificado en el infierno de Auschwitz, Polonia.

Iniciado este 2022 Ambos crímenes en Tijuana, destacan por su crueldad y el tiempo de ejecución, en la misma semana. Pero revisando la historia de Tijuana y Baja California, vemos que en su memoria y desarrollo democrático, forma parte de ella la libertad de expresión, precisamente afectada por quienes ven vulnerados sus mezquinos intereses.

El pueblo, las personas sensatas, deben apoyar y ser solidarios con quienes -a riesgo de su vida- ejercen uno de los más nobles, pero arriesgados oficios y trabajos, como es la comunicación social y el periodismo libre. Siempre pensando en la gente, en las personas, los lectores. Al menos nosotros, beneficiarios del trabajo y misión de hombres y mujeres como Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, sacrificados en la misma semana trágica del 17 al 23 de enero de 2022, tenemos que reconocer que, aunque parezca una paradoja y una contrariedad, contamos con buenos periodistas. Razón por la cual quienes ven afectados sus rapiña y avaricia, como en tiempos de Braulio Maldonado, no toleran uno de los grandes valores democráticos: el buen periodismo.

 

Germán Orozco Mora reside en Mexicali.

Correo: saeta87@gmail.com

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