De Trez en Trez
Uno.- Después de la fiebre decembrina, de las compras, de las largas fila para cruzar a Estados Unidos, de las reuniones con familiares y amigos (a pesar de que no se recomendaban) en Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y demás celebraciones, llegamos a la primera quincena de enero del 2022 para encontrarnos con otros “regalitos”, cortesía de la gobernadora Marina del Pilar y del Congreso (sin H) local.
Precisamente por haberlo hecho muy cerca de la medianoche del 23 de diciembre pasado, a la mayoría “les pasó de noche” la aprobación de diversos dictámenes hecha por los diputados locales, quienes por unanimidad -25 votos a favor y cero en contra- dieron el visto bueno al Presupuesto de Egresos del Estado para 2022 por un total de 62 mil 878 millones 72 mil 321 pesos.
Las crónicas detallan una maratónica sesión de casi 12 horas de duración en la que se aprobó el dictamen número 68, que asignó los dineros a ejercerse en este nuevo año en las diferentes dependencias del gobierno que encabeza Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien afirma gobernar “con el corazón por delante”.
Doz.- Hasta ahí pareciera que gobernadora y diputados están haciendo su trabajo, pero no es así: importantes rubros como la educación, salud y seguridad pública (entre otros) se verán afectados; unos a la baja, otros con la misma cantidad ejercida en el año anterior y desde luego, unos más favorecidos con aumento en sus recursos económicos.
Porque ¿cómo diablos pueden explicar una reducción al gasto en educación cuando precisamente se requiere más presupuesto? ¿Cómo justificar que, en tiempos de pandemia, el sector salud debe hacer más con menos dinero? Y, aunque la respuesta es obvia, ¿cómo se atreven (en tiempo dizque de “austeridad”) a aumentar el presupuesto para los programas sociales? Claro, aquí el más beneficiado no es “el pueblo”, sino los que dicen gobernar, pues en realidad están invirtiendo por adelantado en votos.
Recibirán más recursos la Coordinación de gabinete ($ 149.0 mdp), la Secretaría de la Función Pública ($76.8 mdp), y Secretaría de Turismo ($ 352.6 mdp); la Secretaría del Bienestar aumentará su presupuesto en más de $ 400 millones de pesos hasta alcanzar los $2 mil 580.1 millones de pesos; a la resurgida Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana se le asignó un presupuesto de 2 mil 449 millones 281 mil 817 pesos.
En cambio, la Secretaría de Salud contaría con 213.7 millones de pesos menos que el año anterior ¡En plena expansión de la variante Ómicron de Covid-19 y con los contagios al alza! Y a la Secretaría de Educación se le estaría recortando $6 mil 893 millones de pesos, pues de contar con 33 mil 335 millones de pesos en 2021, pasaría a 26 mil 441.1 millones de pesos; justo cuando más recursos hacen falta para poner a las escuelas en condiciones óptimas para funcionar luego del abandono de siempre y de la suspensión de clases presenciales, así como para hacerle frente a los adeudos con el magisterio.
Y con esas altas y bajas en los dineros, por ahí se van otras áreas y dependencias del gobierno…
Trez.- Entre tanto, la gobernadora y sus publicistas anuncian: “Con este presupuesto, escucharemos y atenderemos a las y los más vulnerables de Baja California. ¡El bienestar de la gente es una prioridad durante nuestro sexenio!”.
“En 2022 impulsamos un presupuesto con el corazón para BC, garantizando la austeridad sin descuidar los compromisos”, “…invertiremos más de 39 millones para pensiones de los adultos mayores y más de 1781 millones de pesos en programas y acciones para el bienestar”.
¿Y la educación? ¿Y la salud? ¿Y la seguridad? Lo dicho antes en este espacio, sería mejor gobernar con la ley por delante y haciendo un gasto de acuerdo a las necesidades urgentes y no con el corazón. Hay muchos -pero muchos- asuntos pendientes que, en lugar de corazón, requieren más de la aplicación de la ley. Así de sencillo.
P.D.- ¿Le habrán dado tecitos y untado “vaporu” en el pecho? ¿Hizo larga fila para hacerse la prueba para detectar Covid-19? ¿De verdad se dejó cuidar por el secretario y el subsecretario de Salud? Se le desea pronta recuperación.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com