Siguen llegando grupos enormes de personas que habitaron ese país que está en Las Antillas, y hoy han invadido ciudades fronterizas con gran fuerza -nunca en la historia de éxodos humanos- hacia tierras occidentales. ¿Pero qué están importando esos grupos de haitianos? Vienen pobres, con hambre, sin techo, sin leyes en su país; traen desorden, desesperación, brutalidad…
Aparte, en ese país haitiano hay una gran cantidad de personas con VIH/Sida y hepatitis, así como tuberculosis. Es lo que están importando esos ciudadanos de color. Claro que da tristeza verlos, sí. ¿Pero qué ha hecho el Instituto Nacional de Migración?, abrirles la puerta con permiso y complacencia de Andrés Manuel López Obrador.
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Es cosa seria lo que pasa en esta frontera de Tijuana y tantas más que son refugio de haitianos con el sueño americano en la mente. Un problema para todos, pues ya se ven en todos lugares; y seguro habrá mezcla de mestizos, con los haitianos, que traen sangre del continente africano y será una conquista o mezcla de razas que creemos sucederá.
Miles de haitianos sueñan con el asilo político norteamericano, pero son escasos y contados quienes lo lograrán. Y es seguro que ya no regresen a su patria, donde dejaron su bandera azul y roja, con recuadro al centro y con dos cañones, una palmera y varias banderas en ángulo de 45 grados. Amén de que llegue la democracia y cambien el sistema gubernamental existente.
Ser migrante es volver a empezar de la nada, dejar lo poco que tenían para mejor salvar sus vidas; es el principal motivo y causa de ese éxodo haitiano a tierras occidentales. Han muerto muchos, pero aun así nada los detiene. Llegan con sed de progreso, y su futuro no es seguro. Por ello, haití-juana a los tijuanenses, y se siente que algo anda mal en muchos lugares del mundo: democracia nula, mal gobierno y poderío gubernamental.
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Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.
