La halterista nativa de Chiapas, llegó a Baja California en 2014, por falta de apoyo en su tierra, y con el gran el trabajo de las autoridades del Instituto del Deporte y la Cultura Física del Estado (INDE), al asignarle al entrenador José Manuel Zayas y las instalaciones adecuadas para su entrenamiento, los resultados por su desempeño han rendido frutos.
Fue una de las cuatro medallistas mexicanas en los Juegos Olímpicos de Tokio, además de la Selección Mexicana de Futbol, el arquero Luis “Abuelo” Álvarez (junto a Alejandra Valencia) y las clavadistas Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez.
En al final de -76 kilos, Aremi hizo su debut en Juegos Olímpicos con 105 kilos en Arranque, siguió con 108 y falló el tercer intento con 110 en la barra; en Envión lograría buenos los levantamientos de 135 y 137, pero no pudo con 139, para finalizar con 245 kilos totales. La ecuatoriana Neisi Dajomes se adjudicó la medalla de oro, con 263 kilos totales (118 en Arranque y 145 en Envión), y la estadounidense Katherine Nye se llevó la plata con 249 totales (111 en Arranque y 138 en Envión).
Fuentes se unió a otras levantadoras mexicanas con preseas olímpicas: Soraya Jiménez, oro en Sidney 2000; Damaris Aguirre, bronce en Beijing 2008; y Luz Mercedes Acosta, bronce en Londres 2012.
“Han sido muchas emociones vividas en tan poco tiempo, muy contenta por cómo se cerró el año. Estos premios me motivan a seguir intentando mejorar, poco a poco hemos ido logrando nuestras metas, y ahora a continuar con el mismo sueño, que es París 2024”, refirió a ZETA Aremi Fuentes, durante la ceremonia del Premio Estatal del Deporte, del cual se hizo acreedora.
Su histórica medalla de bronce obtenida en Tokio 2020 faltaba en su prestigiosa colección que presume metales en Mundiales tanto juvenil como de adultos, así como en Juegos Olímpicos de la Juventud, Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe.
“La única medalla que me hacía falta tanto a mí como a mi entrenador, era la olímpica, estoy muy contenta con el trabajo que hemos hecho y a la vez entusiasmada por el enorme reto que se avecina, hemos ido logrando objetivos y estos se vuelven cada vez más grandes”, compartió.
La deportista se remonta al pasado y recuerda sus inicios en Baja California con una ligera sonrisa, por las vueltas que ha dado el destino:
“Me llevó dos ciclos olímpicos. En Londres lo intenté, pero mis condiciones en ese momento no eran las ideales para buscar una plaza. En Río pues ya no estaba en mis manos para ir a esa cita. Me superé y me levanté con más fuerza para conseguir la clasificación a Tokio y no bajar la guardia hasta el día de la competencia, a pesar de que el proceso estuvo lleno de lesiones. Fueron ocho años de intentarlo, irme superando en cada competencia y eso me ha dejado mucho aprendizaje. Soy muy autocrítica y eso se vio reflejado en los Juegos Olímpicos para afrontar todo de la mejor manera”.
Emocionada, la atleta de 28 años confesó a este Semanario:
“Cuando recién llegué a Baja California mi nivel no era como el que actualmente tengo, mis compañeros miraban cómo tropezaba y me levantaba, yo aprendía mucho de ellos, y ahora desde mi postura, lo único que puedo decirles es que los sueños se cumplen, que aprendan de los errores, que corrijan, que con perseverancia todo se puede lograr”.
Además del Premio Estatal del Deporte, la triple medallista panamericana fue reconocida a nivel nacional, cumpliendo cada una de las metas que se propuso para el año que concluye:
“Obviamente es un sueño anhelado de muchos años, que se hace realidad y me motiva más para el ciclo que se avecina. Espero que no sea el último, que sea el primero de muchos más y voy a seguir con todo el compromiso, como lo he venido haciendo en todas mis competencias. Mi sueño también había sido ganar el Premio Nacional de Deporte, además de la medalla olímpica, fui en busca de ello, se me dieron los resultados y lo recibo con mucha alegría.
“Los momentos importantes en mi vida los tengo en mente muy bien guardados, me motiva mucho recordarlos. Esto me da más seguridad de que todo se puede lograr mientras uno sea perseverante. También estoy muy contenta por recibir el galardón al lado de mi entrenador, que está todos los días a mi lado, apoyándome en todo momento”, expresaría la halterista.
Aunque dice no olvidar el triste episodio del cheque sin fondo que le fue entregado por el gobierno de Jaime Bonilla Valdez, luego de regresar de Japón. “Me pareció una burla lo que hicieron, habernos entregado un cheque frente a medios, un cheque que no tiene fondos y ni existe. Se nos hizo la foto oficial, eso fue entregado a todos, a la fecha de la entrega no hemos visto reflejado el depósito, el cheque no existe; se me hace una falta de respeto que hayan utilizado mi imagen, pero ya quedó atrás”.
Prefiere pensar en el futuro, con una meta muy específica:
“Me visualizo yendo a París, ahora las expectativas son mayores, pero nada es imposible, los sueños se pueden lograr. Este nuevo ciclo lo afronto con todo compromiso”.
Punta de lanza de un deporte que en los últimos años ha crecido a pasos agigantados y cuenta con importantes prospectos, Aremi Fuentes Zavala es para ZETA, Personaje del Año en los Deportez en 2021.