A estas alturas pareciera impensable siquiera la posibilidad de tener Carnaval 2022 en Ensenada; en primer lugar, por la cuarta ola de contagios de COVID-19 que en Ensenada, Baja California y México, se encuentra en sus niveles más altos. También se debe tomar en cuenta que la ciudad sigue partida a la mitad por la obra del distribuidor vial El Gallo, así como diversas obras de rehabilitación por los enormes baches surgidos tras las lluvias. Cerrar otra vialidad importante de la ciudad colapsaría la movilidad vehicular. A ello hay que sumar que se viene la rehabilitación de la Avenida Juárez en su primera etapa, supuestamente a partir de febrero. Otra cuestión por considerar es el poco tiempo para llevar a cabo un proceso de licitación, tomando en cuenta la emisión de bases, junta de aclaraciones, apertura de propuestas y fallo, a menos que se opte por invitación o adjudicación directa. En años recientes, el Carnaval se ha vuelto un problema para el gobierno en turno; todavía se adeuda dinero a proveedores y el Comité de Festejos sigue en vías de desaparición precisamente por ese motivo, sin dejar de mencionar que cada vez resulta menos atractivo para locales y visitantes, pero sí deja pérdidas a quienes rentan un espacio. A pesar de lo que indica la lógica, la tarde del miércoles 12 de enero se turnó a comisiones de Cabildo un punto de acuerdo para analizar si este año se autoriza o niega la realización de esa festividad frente a la cuarta ola de COVID-19. Total, la vida es un carnaval.