En la mente va escribiendo
sus versos de filigrana
y a la canción le da forma
una brillante mañana.
Al compositor anónimo
que regala sus canciones,
para que alguien se las cante
con sus grandes ilusiones.
No sabe que son tesoros
que del alma le han salido:
gemas, perlas y diamantes
que dentro llevan sonido.
Cada piedra va engarzando
con su magistral empeño;
se escuchan los ruiseñores
como en un vívido sueño.
Le escribe al amor soñado,
también al correspondido
y al que en el camino deja
muy triste y adolorido.
Al compositor dedico
estos versos en su día;
merece que reconozcan
su talento y melodía.
Sigue escribiendo canciones
que del corazón te salen,
vestidas de sentimiento
que más que la plata valen.
Que en el olvido no quede,
excelso compositor;
que todas las aves trinen
las notas de tu canción.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California