Muy tarde se la he hecho al ex gobernador Jaime Bonilla Valdez, para aceptar el trabajo que le ha ofrecido el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a partir de que, finalmente, terminó su bienio en octubre. Según dijo el ex mandatario, a la salida de la administración estatal tenía varias ofertas del Ejecutivo federal, las cuales analizaría, y en un par de semanas daría a conocer cuál había aceptado. Pero nada. Aun cuando no son muchos los interesados, esas semanas posteriores, Bonilla declaró que pospondría por otro tanto tiempo su decisión. Pero nada. Ni se va del Estado, ni dice qué le han ofrecido, ni nada. Lo suyo es reunirse en la terraza que Makro –la constructora del gobierno, le edificó en las instalaciones de su medio de comunicación- con quienes fueron sus funcionarios, ya sea para darles un horario en la programación de la televisora, o fraguar formas para complotar contra la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda. Lo que ha trascendido es que, en Palacio Nacional, Bonilla solicitó una de tres posiciones: la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) o la Secretaría de Turismo. Que en las tres opciones, le dijeron que no. Hay quienes aseguran que le ofrecieron una subsecretaría, pero al tijuanense se le hizo poco. Total que, hasta el cierre de esta edición, no había nada claro para Bonilla y su futuro en la administración pública, porque lo que es en los negocios, ahora que ya no es gobernador, comenzará a recibir dinero público de la partida de publicidad por parte de algunos ayuntamientos. A ver cómo le va.