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jueves, febrero 15, 2024
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Siguen llegando familias migrantes al Chaparral; no hay espacios en albergues

En vísperas de año nuevo siguen llegando a Tijuana cientos de personas en contexto de movilidad provenientes principalmente de Haití, El Salvador, Honduras y Guatemala. Las familias de hasta seis integrantes llegan al campamento migrante instalado y cercado en las inmediaciones del cruce peatonal a Estados Unidos.

La mañana de este lunes llegaron al menos cinco familias a la garita de El Chaparral. Sin embargo no pudieron ingresar al campamento dado que en octubre pasado fue cercado por autoridades municipales, mismas que credencializaron a las personas que habitan el lugar, para controlar y evitar que siga creciendo su población.


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Autoridades en el lugar indicaron que al ver que no podían quedarse e instalarse dentro del campamento las familias se fueron a buscar otro lugar para refugiarse en lo que realizan su papeleo para solicitar asilo humanitario en Estados Unidos.

De acuerdo con directores de al menos tres albergues para migrantes consultados, los espacios están saturados en los refugios de las asociaciones civiles en la ciudad. Por ejemplo en la Pequeña Haití y el templo Embajadores de Jesús administrado por el pastor Gustavo Banda Aceves, hay más de mil 200 personas.

Durante el recorrido realizado por ZETA por la zona del Chaparral y la Zona Norte de Tijuana, se puede observar grupos de personas de origen haitiano, en su mayoría hombres, sobre el Puente México y la calle primera deambulando y buscando un lugar dónde pasar la noche, al no encontrar espacios en los refugios de la ciudad.


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Un joven de 28 años proveniente de la isla caribeña relató que su trayectoria para llegar a esta frontera constó de cuatro meses. Primero llegó a Brasil y luego por medio de redes sociales se enteró de que estaban cruzando algunos de sus connacionales por lo que emprendió el camino hasta Tijuana.

Dijo que llegó desde el sábado 25 de diciembre, en navidad, sin embargo no ha encontrado un lugar seguro para pasar la noche y tuvo que dormir en la calle. Ahora se ha juntado con varios de sus paisanos y se han organizado para tratar de rentar un departamento y pagarlo entre todos, pero nadie les quiere rentar.

Por otra parte, durante la visita al campamento del Chaparral se pudo observar cómo algunos de los adultos salían del lugar con algunos de los juguetes que el 25 de diciembre les habían regalado a los niños del lugar, y los llevaban a vender a la Zona Norte.

También se observó una gran pila de basura que entre las cosas ahí tiradas cómo desechos se encuentran bolsas de ropa y cobijas, así cómo alimentos y algunos artículos de higiene personal.

Foto: Alejandro Arturo Villa / ZETA Tijuana

Autor(a)

Alejandro Arturo Villa
Alejandro Arturo Villa
Reportero de investigación del Semanario ZETA. Miembro del Border Hub y el International Center For Journalists.
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