La medida anunciada por Hacienda para reducir el costo financiero de la deuda de Petróleos Mexicanos, calculada en 113 mil millones de dólares, contrasta con la adquisición de la refinería Deer Park, por la que Pemex pagará más del doble de lo que originalmente se anunció.
La aportación patrimonial de 3 mil 500 millones de dólares que el Gobierno Federal anunció para la petrolera, es “un dinero tirado a la basura”, toda vez que no ha mejorado sus indicadores de operación, ni atacado la corrupción del sindicato y sigue gastando el dinero en proyectos que no son rentables ante el advenimiento de las energías limpias, consideró Roberto Valero, presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California.
A septiembre de 2021, Pemex tenía una deuda de 113 mil millones de dólares. Para reducir el costo financiero de ésta, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que el Gobierno Federal estaría llevando a cabo una aportación patrimonial hasta por 3 mil 500 millones de dólares, mediante la recompra de deuda que vence entre 2024 y 203,0 por una recompra de bonos que vencerán entre 2044 y 2060.
El Gobierno Federal también seguirá reduciendo la carga fiscal de Pemex, ya que el cobro del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) pasará de 54% en 2020, a 40% en 2022. Cifras de la SHCP indican que, de enero a septiembre del año en curso, el Gobierno Federal captó 242 mil millones de pesos por ese concepto, de modo que reducir la carga fiscal plantea el riesgo de menores ingresos para la administración federal.
Según una estimación de Moody´s, con la inyección de 3 mil 500 millones de dólares, el apoyo dado por el Gobierno Federal a Pemex sumaría alrededor de 20 mil millones de dólares en 2021. Pese a ello, el flujo de efectivo y las métricas crediticias de la paraestatal seguirán siendo débiles.
En opinión de Valero, el recurso destinando a Pemex debió utilizarse en atender otras prioridades del país, como la adquisición de medicamentos que siguen faltando, o en apoyo al sector productivo para incentivar la inversión fija y la recuperación económica del país.
Pemex estaría invirtiendo en la compra de la refinería Deer Park, en Texas, más del doble del monto dado a conocer por el gobierno en mayo pasado (596 millones de dólares), según reveló Bloomberg. Los 1.6 mil millones de dólares se destinarían para adquirir el 50% de las acciones de la refinería que no tenía Pemex y para pagar la deuda que a traía la refinería, calculada en más de mil millones de dólares.
“El gobierno le está dando oxígeno a una empresa que hace mucho tiempo está en terapia intensiva”, pero la actual administración no ha querido ver que los países poco a poco van a ir deshaciéndose de las energías fósiles, porque el mundo está reclamando energías renovables, como está pasando en Estados Unidos, donde el Presidente Joe Biden está impulsando la producción de automóviles eléctricos, manifestó Valero.
Esta semana, Standard & Poor´s previó una posible baja de calificación de Pemex para 2022, “debido a un perfil fiscal potencialmente más débil, dadas las presiones de los pasivos contingentes relacionados con la magnitud del potencial apoyo extraordinario a las empresas del gobierno”, en un contexto donde la base tributaria no petrolera es baja.
La agencia calificadora subrayó como un factor negativo para la calificación el que “México no ha logrado un dinamismo económico similar a otros mercados emergentes”.