Guerrero es una de las entidades más marginadas del país. Caciquismos añejos, abusos, corrupción, crímenes, violaciones, miserias, insalubridad, una inequitativa distribución de la riqueza y atrasos son factores que a diario aun hoy deben de combatir los campesinos guerrerenses. Ello explica el alto número de homicidios anuales, el hecho de que algunos campesinos siembran droga como un método de salir rápidamente de la pobreza y engrosar movimientos armados o mafias. El drama de los 43 estudiantes desaparecidos está ligado al tráfico de amapola hacia EUA, según la investigación de Anabel Hernández.
De padres campesinos, Lucio Cabañas nació en Atoyac el 15 de diciembre de 1936; ahí conoció la pobreza. Dejó de ir a la escuela a los 10 años para trabajar en el campo. Luego trabajó en un hotel y distribuyó masa para tortillerías para estudiar y ser maestro. Tuvo que usar el papel con el que envolvían las tortillas porque no tenía dinero para los cuadernos, dijo su hermano David, de 54 años, y quien peleó al lado de Cabañas en la sierra.
Mientras daba clases en Atoyac, un grupo de maestros de la escuela primaria Juan Álvarez le pidió ayuda, pues los campesinos no podían pagar cuotas ni uniformes. Era sencillo, humilde, pero con una extraordinaria virtud de convocatoria; podrías pasar tres o cuatro horas atento escuchándolo.
Cuando los inconformes ocuparon la escuela, el gobierno local envió a la policía. Cinco padres de familia murieron en el enfrentamiento del 18 de mayo de 1967. Repentinamente Cabañas se convirtió en un prófugo. Fue obligado por las circunstancias a tomar las armas, por la injusticia y pobreza bajo el sistema del PRI. El PRI perdió la presidencia en 2000, después de 71 años en el poder, pero en Guerrero y en Atoyac se ha mantenido en el poder.
Hoy los jóvenes saben poco de Lucio Cabañas. Ausente en los libros de historia; ni en alguna calle, en contraste con monumentos e íconos que tienen otros rebeldes mexicanos. En Atoyac la vida ha cambiado poco desde los días de Cabañas. Muchas aldeas cercanas aún no cuentan con electricidad o agua potable, caminos, clínicas o escuelas.
Participó en lides estudiantiles; fue líder de la Normal, representó a sus estudiantes en diversas partes de la República. Después fue elegido secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México en 1962. Luego regresó a la Normal para terminar sus estudios. Fue maestro en Mexcaltepec (Atoyac), en plena Sierra, adscrito a Atoyac, cabecera municipal, la escuela “Modesto Alarcón” donde fue líder magisterial. De carácter sereno, era analítico y conciliador de problemas, incluso de otras escuelas.
Lucio era tranquilo en el plano personal. No bebía, no fumaba. Asistía a fiestas con poca regularidad. Su expresión y comportamiento eran tranquilos y de carácter amigable, frío y reflexivo. Durante su tiempo de maestro rural solía visitar poblaciones paupérrimas, donde la interacción con sus alumnos le ganó las simpatías de la mayoría de los organismos de izquierda, especialmente del Partido Comunista.
Cabañas exhortaba a un nuevo régimen, en el que no tuvieran cabida los ricos y en el que se expropiaran las fábricas para cederlas a los trabajadores. Proponía reformas financieras, judiciales, educativas y sociales enfocadas al bienestar de los trabajadores, campesinos y mujeres, y la independencia de México de Estados Unidos.
El 18 de mayo de 1967 se presentó una revuelta en Atoyac debido a un conflicto del personal docente de la Escuela “Juan Álvarez”. Al haber logrado retirar días antes a una directora, el gobierno se negó a retirar también a los partidarios de la misma, lo cual ocasionó división en la escuela; el conflicto derivó en un enfrentamiento con la policía donde se le intentó asesinar, y fue obligado a huir hacia la sierra.
El PDLP nunca logró una vinculación con los obreros, pero realizó el secuestro del entonces gobernador electo, el priista Rubén Figueroa, del 30 de mayo al 8 de septiembre de 1974, fecha en que fue liberado, tras un rescate.
Al paso de los años, la figura de Cabañas hizo más impacto muerto que vivo, porque las condiciones que dieron origen a su alzamiento poco cambiaron en Guerrero. El PDLP sobrevivió hasta 1989 y después se fusionó con otros grupos, que en 1995 derivaron en el EPR y luego en el ERPI y las FARP.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
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