La meta era colocar 178 mil dosis en tres días, 80 mil de estas en Tijuana, pero apenas llegaron a las 7 mil. Reducir el horario de atención, disminuir el número de sedes y ubicarlas sólo en la Zona Este, así como personal poco empático con la tercera edad, ha ensombrecido el trabajo en cuanto a vacunación de la anterior Secretaría de Salud. Ahora hubo descontento, quejas, malos tratos y desorganización
La aplicación de tercera dosis a adultos mayores dio inicio el miércoles 8 de diciembre, con quejas debido a la mala organización, pocas sedes, poca difusión, malos tratos de los Servidores de la Nación y empleados de la Secretaría de Salud, aunado al olvido de la población de Tecate y Rosarito.
Desde hace tres semanas se autorizó la vacunación de tercera dosis para toda la población en Estados Unidos y Reino Unido, sin embargo, en México, apenas el martes 7 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, anunció que se aplicaría este refuerzo, pero sólo a las personas de la tercera edad, mayores de 60 años.
En Baja California, el mismo martes por la tarde se dieron a conocer los puntos de vacunación en Baja California: Mexicali, Tijuana, Ensenada y San Quintín; Tecate y Rosarito fueron ignorados.
No sería la primera vez, también hicieron a un lado a esos municipios cuando comenzó la vacunación a menores de 15 a 17 años, sólo tomaron en cuenta a los estudiantes de CECyTE el primer día de la jornada. Después, los interesados debían viajar a los puntos puestos en Tijuana, en esta ocasión, esperar “hasta nuevo aviso” o acudir a las sedes en este municipio.
SÓLO ABRIERON TRES
A diferencia de las jornadas masivas durante la gestión de Alonso Pérez Rico en la Secretaría de Salud del Estado, cuando se habilitaron cinco puntos durante el primer fin de semana de vacunación abierta para cubrir cada punto de Tijuana -UABC, Escuela Primaria “Miguel F. Martínez”, La Monumental Plaza de Toros de Playas de Tijuana, la Escuela Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas” y Estadio Chevron-, ahora sólo hubo tres: la Jurisdicción Sanitaria 2, Museo El Trompo y el Estadio Chevron, todos en la Zona Este de la ciudad, dos en modalidad peatonal y el último vehicular.
Tampoco la respuesta fue la misma. Mientras que en la pasada administración se aplicaron más de 45 mil dosis en tres días a adultos mayores -las únicas disponibles en ese momento-, ahora la cifra no llegó ni a 7 mil, cuando la meta era de 15 mil en dos sedes y 10 mil en la Jurisdicción, sólo en la primera jornada.
En recorrido realizado por ZETA se pudo constatar el descontento de algunas personas, pues compararon lo hecho cuando se vacunaron por primera vez: “Les doy un 5 en organización, ¡estuvieron fatal!”, dijo una señora molesta al salir de El Trompo, aunque no quiso responder a qué se refería.
“La primera vez que me vacuné fue con Sinovac y me la pusieron allá, en la escuela que está en el centro, en la F. Martínez, ahora tuve que venir hasta acá porque no abrieron nada cerca de donde vivo”, expresaría la señora María del Carmen Guerrero, residente de la colonia Alemán, quien se aplicó la tercera dosis en el Estadio Chevron.
Asimismo, a la Jurisdicción Sanitaria 2, ubicada en la colonia Praderas de la Mesa, frente al panteón Monte de los Olivos, fue gente que recibió su primera dosis en el Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS) cuando se habilitó para vacunar a mayores de 40 años, la mayoría residentes de la delegación La Presa Este, es decir, de colonias como Maclovio Rojas, ejido Ojo de Agua, fraccionamientos Hacienda Los Venados, El Laurel o La Morita.
Para Juan Jiménez resultó beneficioso, pues él vive en Cerro Colorado, por lo que acudió a la sede de Museo El Trompo, donde no hizo más de 10 minutos de fila antes de inocularse.
Pero para la mayoría no fue así de sencillo, la mayoría de las quejas fueron de residentes de las zonas Río, Centro y Playas de Tijuana, que el 9 de diciembre abarrotaron las instalaciones del Estadio Chevron.
En las primeras horas de la jornada, la fila para vacunarse en el estadio salía desde el Infonavit Capistrano, El Águila y Presidentes, tres vías que se unían en el Acceso 5 del recinto, con poca presencia de agentes de Tránsito; sin embargo, a las 11:00 horas ya habían cerrado todos los accesos, dejando disponible sólo el de la entrada a Presidentes. La fila llegaba hasta el Bulevar Anáhuac, un semáforo antes de la Jurisdicción Sanitaria 2.
En la Jurisdicción también hubo quejas, tanto de tránsito como de los mayores de 60 años, pues el acceso no era fácil. Al ser un punto peatonal, no había suficiente estacionamiento, por lo que aquellos en auto se quedaban en doble fila.
Asimismo, muchos de los que iban a pie, necesitaban de apoyo para caminar, ya sea bastones o sillas de ruedas, y la ubicación del lugar, en una colina, dificultó el acceso.
“Yo me vacuné en Rosarito, en una escuela. Ahora vine porque sé que me tengo que cuidar, pero ahora lo veo todo más revuelto, no hay mucho orden, aunque adentro me trataron bien, eso sí no lo puedo negar, pero no entiendo por qué tanto relajo si estaba bien como lo estaban haciendo antes”, compartió la ciudadana Remedios, de 67 años.
MALOS TRATOS EN EL TROMPO
La poca paciencia de algunos Servidores de la Nación y personal de la Secretaría de Salud se hizo presente en la sede de Museo El Trompo, en las primeras horas de la jornada del miércoles.
Apenas la tarde del martes, se sugirió por parte de la delegación del Bienestar, a cargo de Alejandro Ruiz Uribe, que quienes acudieran a vacunarse, llevaran el registro impreso, igual que la primera vez, con el fin de agilizar las filas.
Las personas debían sacar el registro de la página www.mivacuna.salud.gob.mx, la cual no arrojaba la opción para imprimir el registro, pues sólo están habilitadas aquellas para menores de 15 a 17 años o menores de 12 a 14 con comorbilidades.
Muy pocas personas lo llevaron impreso y llenado, por lo que la mayoría tuvo que hacerlo ahí mismo, a regañadientes de los Servidores de la Nación.
En el interior, una vez vacunadas, las personas de la tercera edad se confundían sobre la zona donde debían esperar la media hora de observación, por lo que al preguntar al personal de Salud, estos respondían de manera soberbia que eso no les correspondía a ellos, que buscaran a alguien más, sin ni siq6uiera voltearlos a ver.
En otra área, un Servidor de la Nación, cuya identificación estaba volteada, admitió que no podía solo con el llenado de todos los formatos, por lo que “para no ser grosero ni contestarles mal”, debían hacerlo por sí mismos.
“A ver, ¿quién de aquí sí sabe escribir?”, preguntó a los adultos mayores, “ah, pues los que sí sepan, llenen ustedes su registro, yo no puedo con todo, por eso se les pidió que lo llenaran en su casa, pero nunca hacen caso”, manifestó.
La fila de personas desorientadas crecía, y quienes tenían la infortuna de preguntarle a él, se limitaba a decir: “Sólo me encargo de las personas sentadas de este lado, si usted no está sentado de este lado, no le puedo ayudar”.
En otra sección, una señora presentó un mareo al momento de llegar al área de observación y cayó, golpeándose en la cabeza. “¡Rápido, un médico!”, exclamó alguien entre la multitud. Los que estaban alrededor se aproximaron a ayudarla, es decir, más vacunados, pero nadie de Salud, el médico nunca llegó.
La señora esperó su media hora y se fue, sin que nadie le brindara la mínima atención.
LA INFORMACIÓN NO FLUYE
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud, se destinaron poco más de 178 mil dosis de AstraZeneca para el refuerzo de los adultos mayores, 80 mil eran para Tijuana, donde pretendían aplicar 35 mil el primer día, 35 mil el segundo y 10 mil el tercero.
Pero la meta no se logró ni a la mitad, ya que en el primer día de la jornada se pusieron 6 mil 929 en las tres sedes, sólo el 19 por ciento de lo estimado, mientras que en Mexicali se pusieron 7 mil 023; 6 mil 880 en Ensenada y mil 500 en San Quintín, para un total de 22 mil 332 dosis. Es decir, en todo Baja California no se logró aplicar ni siquiera lo destinado para Tijuana.
Sin embargo, la información no fluye. Desde el inicio de la semana se solicitó a la Secretaría de Salud entrevista con los encargados del tema a nivel estatal, pero los médicos nunca estuvieron disponibles, excepto por la transmisión en vivo del jueves 9 de diciembre, en donde dieron los reportes y numeralia de las personas vacunadas, e invitaron a la gente a vacunarse, pero nunca se refirieron a las quejas reportadas.
De acuerdo con información obtenida por ZETA, la Jurisdicción Sanitaria se quedó sin personal en las brigadas de vacunación, sobre todo del Seguro Social, desde que se abrió la inmunización a menores de 15 a 17 años, por lo que tuvieron que limitar el horario de atención tanto en ese sector, como en el refuerzo para adultos mayores.
En el segundo día tuvieron más afluencia, 10 mil 660 dosis aplicadas sólo en las tres sedes de Tijuana, aun así, por debajo de la meta de 15 mil.
Ante esto, Claudia Mendoza, jefa de sede en Museo de El Trompo, justificó la falta de afluencia a la poca difusión que se ha dado, sin embargo, destacó que en Tijuana se ha presentado mayor interés por vacunarse, razón por la que decidieron instalar las sedes en esta ciudad y dejar a Tecate y Rosarito para después.
Aún queda hoy viernes 10 de diciembre como jornada de vacunación, sin embargo, de no terminarse las dosis, es probable que se vuelva a inocular a partir del lunes 13, pero son meras especulaciones, pues las autoridades de Salud no han dado información al respecto o si hay alguna estrategia para abrir más sedes, obtener más personal, ampliar los horarios o solicitar más vacuna.