Mientras en el Congreso de la Unión, el Partido Acción Nacional hace lo que puede por convertirse en el principal opositor legislativo del Presidente Andrés Manuel López Obrador y su marea guinda, en Baja California ese instituto político se enfoca en brindar gobernabilidad para sacar adelante las reformas morenistas. Bajo el pretexto de tener un enemigo en común, llamado Jaime Bonilla Valdez, el PAN ha navegado muy cerca de Morena dentro del Congreso y en los ayuntamientos, sobre todo en Mexicali, al grado que les preocupa que algunos espacios actualmente blanquiazules puedan tornarse guindas. Como ocurriera en la anterior Legislatura con Miguel Ángel Bujanda, actual funcionario de Montserrat Caballero en Tijuana, pero también ex secretario particular de Francisco Vega de Lamadrid, quien no tuvo dudas cuando rompió con su partido para comenzar a servir a Bonilla y al fiscal Guillermo Ruiz Hernández. Hoy existen dos perfiles dentro del PAN que ostentan cargos importantes que han sido sumamente “agradecidos” con la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y con la presidente municipal de Mexicali, Norma Bustamante Martínez: el diputado panista del Distrito IV, Diego Echeverría, y el regidor Óscar Vega Marín, los cuales son vistos dentro del PAN como futuros traidores. Temen en el blanquiazul que cualquiera de los dos, aplique un “Bujandazo” y se declare parte del gabinete. El primero, fiel aliado de Ávila Olmeda desde la alcaldía de Mexicali; el segundo, con quien ella trabajó hace varios años, cuando sostenía una cercanía con el panismo, ha dejado claro no tener interés en participar con la bancada panista en el Cabildo. Por el contrario, sostiene más reuniones con los ediles de Morena y con la propia alcaldesa, además de aparecer en todos los eventos donde la mandataria local se encuentra. Echeverría y Vega Marín, dos perfiles panistas que actualmente compiten por ser el próximo Miguel Ángel Bujanda.