“La burguesía capitalista no se ha liberado ni jamás se liberará de su miedo al comunismo verdadero. A causa de este miedo y a este terror, los imperialistas se ven obligados a unirse, a coordinar sus planes y encontrar las formas más adecuadas para prolongar los días de su dominación opresora y explotadora”.
-Enver Hoxha. El Imperialismo y la Revolución. 1979. P. 25.
Franco y amoroso elogio para un asesino imperialista. Ni los fascistas del PAN han llegado a ese extremo. No podría esperarse menos de este lacayo de Wall Street.
Preconizar que el representante del más cruel imperialismo, que jamás haya existido sobre la faz de la tierra, es una persona carente de arrogancia y de ser una persona decente; y exclamar que tal escorpión es “todo un caballero”, deja ver la servil catadura del “socialista” López Obrador.
Para todo verdadero patriota, para toda persona honrada, Estados Unidos es la potencia imperialista que, en lo sanguinario y cruel, ha superado a los nazi-fascista alemanes. Independientemente de los politicastros (sean del Partido Republicano o del Partido Demócrata) que estén al frente de la Casa Blanca.
Una cosa son los hipócritas convencionalismos sociales burgueses y otra cosa son los intereses económicos y políticos.
Confundir adrede el fariseísmo social, la labia de los politicastros yankees con el comportamiento criminal, real, del imperialismo norteamericano, no tiene más que la intención de presentar al sanguinario lobo como un manso cordero.
Joe Biden es un legítimo representante de Wall Street. Si su forma de expresarse es diferente a la del bravucón y maldiciente, Donald Trump, para nada cambia la cosa. Tal cambio de retórica es comprensible, después de los “estropicios” causados por el gorila, Trump.
Tanto el arrebatado Donald Trump como el “caballeroso” Joe Biden, representan a los todopoderosos financieros norteamericanos. Tanto uno como el otro son cancerberos del mismo patrono.
Recordemos, ahora que el “humanista” Obrador, anda de “abogado” de los 11 millones de “indocumentados” mexicanos que viven actualmente en Estados Unidos (antes anduvo “defendiendo” a los “dreamers”), que Barack Obama y Joe Biden fueron los cabecillas del imperialismo norteamericano por dos periodos continuos (de 2009 a 2017).
Fue durante esos ocho años en que Washington deportó a más de tres millones de mexicanos. Ha sido el gobierno, en toda la historia, que más mexicanos ha deportado. Familias separadas y niños enjaulados (Trump lo superó en este aspecto) como animales.
Cabe preguntar: ¿Dónde estaba el “caballeroso” Biden? ¿Por qué no mostró en ese entonces sus “buenos sentimientos” que, según AMLO, tiene el ogro de marras?
Ningún sátrapa yankee es de buenas entrañas. Todos ellos son unos criminales. El trato de iguales que anuncia Biden, entre México y Estados Unidos, es pura verborrea. No puede haber “trato de iguales” entre el lacayo y el amo.
Acusa AMLO a la oposición oficial burguesa (PRI, PAN, PRD, etc.) de ser “neoliberales” y “conservadores”, y él abiertamente se abraza con los representantes del imperialismo norteamericano, los criminales más “neoliberales” y “conservadores” que puede haber en el mundo. Y además los cubre de halagos. Lo hizo con Trump y hoy con Biden.
AMLO es un farsante. Su fingido carácter “humanista” y su falsa conmiseración por los pobres es solo la careta tras la cual se esconde un embaucador. Un reaccionario engañapueblos.
Las limosnas (“apoyos”) que les avienta a los pobres no tienen otro fin que sobornar a las masas paupérrimas. Tal y como lo hacen los mafiosos. Compra complicidades.
Para los verdaderos revolucionarios de la clase obrera, Joe Biden, no es ningún “caballero”. Biden es un asesino. Y López Obrador no es más que un despreciable lacayo del imperialismo norteamericano.
Atentamente,
Javier Antuna,
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