En días pasados, el comisionado estatal de Seguridad, Carlos Alberto Flores, se envolvió en elogios a sí mismo y por parte de algunos perfiles cercanos al formar parte del foro Fortalecimiento de Competencias Policiales, celebrado en Tijuana bajo la organización de la Asociación de Egresados de la Academia Nacional del FBI-Grupo México. Orgulloso se observaba al Comisionado, quien presume su extensa capacitación en México y Estados Unidos, además de su estrecha relación con las agencias de investigación y seguridad del vecino país del Norte. Pues con la novedad de que una solicitud de transparencia con número de folio 021381021000039, informa que el titular de la institución encargada de la seguridad del Estado no cuenta con una carrera profesional terminada. De hecho, su máximo grado de estudios es la carrera de Derecho en su sexto cuatrimestre, sin precisar la casa de estudios en la que participó. Sí bien, dentro de los requisitos para ocupar su cargo como comisionado de Seguridad no requiere tener algún nivel de estudios, la realidad es que todos los cargos de ese nivel, como el de la fiscalía central, la Visitaduría y el mismo Centro Estatal de Control y Confianza (C3) requieren un grado de estudios de licenciatura. Es importante recordar que el primer comisionado de Seguridad de Baja California es precisamente Carlos Alberto Flores, por lo que queda claro que este requisito no se impuso para diseñarle un cargo “a modo”. Lo que resulta indignante para algunos de sus subalternos, es que los elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), que dirige y que perciben un sueldo mucho menor al suyo, están obligados por Ley a culminar su carrera universitaria. Es decir, existen más exigencias en los cargos inferiores que en el titular del área, lo que evidentemente es un acto contradictorio y que sólo se puede explicar por medio de favoritismos. Ya es demasiado tarde para cuestionar, puesto que Flores dejaría el cargo en próximos días cuando concluya la administración, pero a ver si en Sonora, donde dicen es seguro se integre -junto con su reciente amigo cercano José Luis Gómez Ortega, coordinador de la AEI-, no les exigen formación académica más allá de cursos.
Publicidad
