Luego de 14 años, la cantante de pop logró recuperar la libertad para tomar sus decisiones personales, financieras y médicas. La jueza Brenda Penny, en una audiencia en Los Ángeles, California en la que la cantante no asistió, puso fin a la tutela que ha controlado la vida y el dinero de la llamada princesa del pop, quien a partir de hoy, recuperó el poder legal que tenía su padre sobre ella.
El decreto culminó con una aventura de cinco meses en la que Britney solicitó públicamente el fin de la tutela para poder tomar sus propias decisiones médicas, financieras y personales, poder que perdió en 2008 luego de un colapso mental y de atacar a un paparazzi en una estación de servicio.
En la audiencia Spears señaló que su deseo de tener un bebé fue impedido por su tutor, quien le negó ir al médico para quitarse el DIU (dispositivo intrauterino) que tenía insertado; además lo tachó de alcohólico, y lo culpó de traumatizarla desde su infancia.
Cabe mencionar que el momento clave para llegar a dicha decisión judicial fue cuando la intérprete de
“Toxis”, de 39 años, en junio, calificó de abusivas las restricciones sobre su vida, por lo que solicitó el fin al arreglo legal regido sobre su vida personal y patrimonio de 60 millones de dólares.
En redes sociales Spears festejó: “¡¡¡Dios mío quiero tanto a mis fans que es una locura!!! ¡¡¡¡Creo que voy a llorar el resto del día!!!! El mejor día de la historia… alabado sea el Señor… ¿me pueden dar un Amén?”, escribió la artista, quien sufrió medidas rígidas hacia su persona, desde la colocación de micrófonos en su casa, intervino llamadas y mensajes.
En redes sociales figuraron manifestaciones como “Liberen a Britney”, y aseguraron tratarse de un movimiento por los derechos humanos.
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