Afirmó que apoyo se complementará con proyectos sociales. Anunció reconstrucción de Hospital General en el que murieron 17 personas
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, pidió que no se desestime el apoyo de 10 mil pesos otorgado a damnificados de Tula, Hidalgo, quienes perdieron su patrimonio a causa de las inundaciones provocadas por el desbordamiento de ríos el 6 y 7 de septiembre.
En una reunión con el gobernador, Omar Fayad Meneses, y munícipes de localidades afectadas por las precipitaciones de hace dos meses, encuentro en el que participaron integrantes del gabinete presidencial, López Obrador admitió que la ayuda económica no es suficiente para recuperar los bienes que se perdieron con la contingencia, sin embargo, dijo, el apoyo se complementará con distintos proyectos sociales.
Recalcó que en algún sentido el recurso distribuido será de utilidad. “No es para decir que los 10 mil pesos no son suficientes, claro que lo son, son una ayuda, un apoyo, es algo”, manifestó.
El viernes 5, fecha a partir de la cual se procedió con la entrega del recurso, corrió la versión de que a los damnificados se les entregarían 35 mil pesos. Finalmente, a cada beneficiario se le entregó una orden de pago por 10 mil pesos.
A su arribo al encuentro entre autoridades de los tres órdenes de gobierno, celebrado ayer sábado 6 de noviembre en Tula, Hidalgo, personas se manifestaron por el hecho de que sólo se hubiera entregado 10 mil pesos para cada familia afectada. Deploraron que a los damnificados de Veracruz por el paso del huracán Grace en agosto, se les hubiera otorgado 35 mil pesos.
En el acto institucional, López Obrador aseguró que se entregarán 2 mil millones de pesos en beneficio de 9 localidades afectadas por las inundaciones y que se reconstruirá el Hospital General de Zona número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social en el que murieron 17 personas a consecuencia de la catástrofe.
Las precipitaciones registradas en Hidalgo dos meses atrás ocasionaron el desbordamiento de los ríos Tula, Rosas y Salado. Las presas Requena y Endhó rebasaron su capacidad, por lo que se tuvo que disponer se abrieran sus compuertas.
Se reportaron 3 mil 600 hectáreas de cultivo afectadas y más de 30 mil damnificados. (Con información de medios