En la reunión del Consejo Estatal de Protección Civil se notó la descoordinación, falta de pericia y actuación frente a un desastre natural en potencia como “Pamela”. Por fortuna el ciclón tropical bajó su intensidad, registrando la mayor parte de la lluvia en Sinaloa
Para el primer Gobierno del Estado emanado de Morena, los efectos del huracán “Olaf” no fueron suficientes para dar una lección, a pesar de los más de 200 millones de pesos en daños en infraestructura. La cercanía del fenómeno meteorológico “Pamela” implicaba la segunda oportunidad para recapacitar y actuar.
“El riesgo de lluvias es inminente, la zona de vigilancia se mantiene desde Los Barriles hasta Cabo San Lucas. Ha evolucionado en la Categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, mantiene su desplazamiento hacia las costas de Sinaloa, su amplia circulación ocasionará lluvias con rachas de viento muy fuerte y oleaje elevado en Baja California Sur y el Occidente de México, su posición más cercana se localiza a 295 kilómetros sur-sureste de Cabo San Lucas. El pronóstico de lluvias es de fuertes, puntuales a muy fuertes en Baja California Sur y Sinaloa”, advertiría Víctor Manuel Castañón, director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Para las siete de la tarde del martes 12 de octubre -horario acordado para la segunda reunión del Consejo de Protección Civil en el día-, a unas horas de que “Pamela” dejara graves afectaciones por lluvia, apenas se tomarían decisiones de instalar albergues y declarar la suspensión de labores educativas, ya que las autoridades olvidaron que hay turno vespertino y la mayoría atraviesa arroyos para llegar a las escuelas.
“Su desplazamiento es a 20 km/h y vientos sostenidos de 130 km/h y rachas de 150 km/h. Oleaje de 3 a 5 metros en las costas de Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit. El huracán podría evolucionar a Categoría 2, manteniendo vientos de 155 a 195 km/h y se localizaría a 200 kilómetros al Sureste de Cabo San Lucas”, informó Castañón el 12 de octubre.
Sin embargo, el Gobierno del Estado y los municipios de La Paz y Los Cabos fueron demasiado apacibles, ninguno puso atención a las palabras de la dirección local de la Conagua.
Sin el soporte del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), eliminado a mediados de año, fueron lluvias extraordinarias, pero los 150 milímetros de lluvia acumulada en un solo día no encendieron las luces de alerta (el promedio anual de lluvia en BCS es de 180 a 200 milímetros).
“En las próximas 24 horas se pronostican lluvias fuertes, puntuales intensas en Baja California Sur y Sinaloa, más específicamente lluvias de 75 a 150 milímetros en la zona de influencia que abarca desde Los Barriles hasta Cabo San Lucas, y de 25 a 50 milímetros en el resto de la zona de influencia en La Paz, desde Todos Santos, La Paz, San Antonio y El Triunfo”, lanzó Víctor Manuel Castañón.
SIN PREVENCIÓN EN LA PAZ
A menos de un mes en el encargo estatal y menos de una semana para la alcaldesa de La Paz, ya hubo negligencia en la administración de Milena Quiroga.
El 3 de octubre se registraron lluvias intensas, suficientes para que corrieran con fuerza los arroyos. La corriente arrastró todo a su paso, incluyendo el puesto de venta de comida de la joven Guadalupe, de 19 años.
Alrededor de las 16:30 horas de ese domingo, la mujer se encontraba en su puesto de comida ubicado en el arroyo de circuito Los Bledales en la colonia Jericó. La corriente del cauce la arrastró por unos 500 metros junto con el puesto, quedando atorada y sin oportunidad de salir.
Paramédicos del Grupo Calafia acudieron a su auxilio, luego que los vecinos consiguieran sacarla del agua, pero ya no contaba con signos vitales; por ello es necesario llamar la atención a las autoridades para que dejen de improvisar y asuman su responsabilidad.
“No nos confiemos, una situación que se dio de saldo blanco en el huracán ‘Olaf’, unas semanas después nos trajo una desgracia por el exceso de confianza, de una lluvia aparentemente normal digamos en el verano, trae sus consecuencias”, señaló Víctor Manuel Castro Cosío, gobernador del Estado.
Con los efectos de “Pamela” tocando tierra en Los Cabos, a través de desprendimientos nubosos, la tardía actuación de las autoridades puso en evidencia que falta personal capacitado para atender la contingencia climática. El mandatario fue claro y reiterativo, “que nadie se confíe”, acentuando la falla en el Ayuntamiento de La Paz.
“Tendremos lluvias ya a partir de unas horas, ustedes lo han visto, sin embargo, no nos confiemos de nuevo, qué tal si nos cae un torrencial inesperado, vale más que nos tomen organizados y bien pertrechados, como debe ser. Bienvenida la lluvia, pero que nadie se confíe”, reiteró Castro Cosío.
La alcaldesa de la Capital, que estuvo ausente en las anteriores reuniones del Comité Estatal de Protección Civil, asistió y reconoció la negligencia, y aunque tardía la actuación, manifestó que recorrieron las zonas de arroyo para solicitar el retiro de puestos semifijos.
Incluso afirmó que solicitó la intervención de la fuerza de seguridad pública para pedir “de la manera más amable” el retiro de comerciantes.
“Hace una semana, el pasado 3 de octubre, hubo una pérdida humana por una persona que estaba asentada en un arroyo en un puesto semifijo, y por lo tanto, se activan protocolos por parte de Protección Civil para hacer un recorrido en todos los cauces de arroyos. Hicimos el levantamiento (toma de nota) de los puestos semifijos que estuvieron asentados, para exhortarles en el retiro de estos puestos por la seguridad propia de las personas, se levantaron siete puestos, de los cuales dos se retiraron y el resto se quedaron en su zona. Se va a requerir el apoyo de seguridad para hacerles el exhorto de la manera más amable”, expuso la alcaldesa Milena Quiroga.
Inmediatamente, tras el lamentable fallecimiento de la joven en el arroyo, el secretario general del Ayuntamiento de La Paz, Alejandro Mota Trasviña, indicó que se trabaja en un operativo de retiro de estos puestos de la vía pública. De igual forma, se solicitó a la Conagua apoyo para reconsiderar el establecimiento de este tipo de estructuras en los cauces de arroyo, con el fin de prevenir alguna otra situación que afecte a la ciudadanía paceña.
“Aquellos puestos que están dentro de los límites que marca la Conagua, serán removidos en dado caso de que se encuentran dentro de una posibilidad que implique alguna tragedia, la Dirección de Protección Civil se encuentra alerta, los rondines son continuos para abatir este punto”, afirmó Mota Trasviña.
“Tenemos establecidos los protocolos que se requieren por parte de Protección Civil Municipal y Dirección de Seguridad y Tránsito Municipal, sobre todo algunos puntos que tenemos detectados en el cruce de arroyos para inhibir el intento de cruce de las personas, ya sea pie o en vehículo”, añadió el funcionario.
PROTECCIÓN CIVIL NO IMPORTA
No sólo se trata de la acción tardía del Comité Estatal de Protección Civil en responder ante una contingencia climática; la coordinación fue nula entre las diversas instituciones competentes en salvaguardar la vida humana.
Con “Pamela” a menos de 300 kilómetros del territorio sudcaliforniano, se notó la despreocupación de las autoridades en la reunión del Consejo de Protección Civil, ya que parte de los servidores públicos relevantes se ausentaron.
“Yo pregunto a los señores consejeros: ¿Tenemos información de Aeropuertos y de Capitanía de Puerto? ¿Está aquí alguien presente de Capitanía de Puerto? ¿De Aeropuertos tampoco hay? Haríamos una notificación, ‘Benny’ (subsecretario de Protección Civil estatal), para pedirles que estén aquí presentes o se conecten vía Zoom, no tienen que estar dándonos información Capitanía de Puerto y Aeropuertos y Servicios Auxiliares, hay que hablarles para que estén aquí presentes o vía Zoom, es fundamental. Hay que hacer un llamado, señor gobernador, para que asistan a esta reunión, que además es su obligación en Ley”, exhortó el secretario general de Gobierno, Homero Davis Castro.
Es más, fueron convocadas instituciones que ni siquiera cuentan con área de atención técnica contra huracanes, olvidándose de áreas estratégicas como Liconsa, Gobernación y toda institución que depende de la representación del Gobierno Federal, como antes lo operaba la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Al menos así lo evidenció la delegada de Programas Federales, Yanssen Weichselbaum:
“En el caso de Bienestar no tenemos un equipo para atender esta clase de incidencias”.
Por su parte, el gobernador Víctor Castro Cosío subrayó que BCS estaba en riesgo por la infraestructura endeble y vulnerable a los fenómenos tropicales, y desde luego, por la situación territorial y geográfica de la región.
“Sabedores de que el pronóstico es hacia Sinaloa, las lluvias y sobre todo en Los Cabos, siempre nos ocasionan graves problemas por la infraestructura frágil qué tenemos allá, se nos inunda el Seguro Social de San José del Cabo desde hace mucho tiempo. Tenemos gente que está asentada en los arroyos, le pediré a Conagua que vayamos haciendo un esfuerzo por reubicar a la gente y aplicar la Ley”, reconocería el mandatario.
Mientras tanto, Protección Civil de Los Cabos demostró la inexperiencia ante los ciclones, explicando que, si “Pamela” se los permitía, estarían en disposición de reunirse para tomar decisiones.
“Nuestra próxima sesión va a ser a las siete de la noche, si nos lo permite el fenómeno, o antes si fuera necesario, quedó abierto, no hay reportes de crecida de arroyos y estamos esperando el comunicado por parte de la SEP si va a haber suspensión de actividades escolares”, indicó Leticia Rivera Leggs, directora de Protección Civil de Los Cabos.
Aún no son saldadas las afectaciones generadas los días 9 y 10 de septiembre por el huracán “Olaf” y por poco se metía de nuevo en problemas el Gobierno del Estado por las malas decisiones de los encargados de Protección Civil, y mucho tiene que ver el perfil elegido.
Por ejemplo, el subsecretario estatal, Benjamín García Meza, es licenciado en Agronomía por la Universidad de Sonora y ha declarado a medios de comunicación que carece de capacitación, “sólo la que he adquirido dando seguimiento a los ciclones”. Desde luego no es suficiente, le urge conocer los protocolos de actuación, ya que es el principal consejero del gobernador en eventos climáticos de este tipo.
“En el caso de ‘Olaf’, el día 25 se presentará ya la evaluación total, se trabajó a través de subcomisiones de cada una de las dependencias y las áreas, eso validado por la Secretaría de Bienestar a través de la delegada Yanssen y a través de Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), nos han pedido hacerlo transparente y se darán conocer todas las cifras. Puedo adelantar que lo que más se dañó fue la cuestión de carreteras, caminos rurales, alguna parte de Comisión Federal, algunas viviendas en lo mínimo. El día 25 estaremos presentando la evaluación”, confirmó el secretario general de Gobierno, Homero Davis Castro.
El subsecretario de Protección Civil fue una cuota política de Víctor Castro, fue registrado como candidato a diputado por Mulegé y, al perder la elección, fue llamado al Gobierno del Estado. Incluso ya formaba parte de la nómina en la Delegación de Bienestar, donde se le ubicó como prestador de servicios con sueldo de hasta 28 mil pesos mensuales como auxiliar administrativo. De ahí pasó a formar parte de la actual administración en Protección Civil, que de momento sigue quedando a deber, sin el perfil idóneo para salvaguardar la vida de los sudcalifornianos.
DESCOORDINACIÓN ENTRE AUTORIDADES
Cuando la Comisión Nacional del Agua dio a conocer que la trayectoria del huracán “Pamela” no era en territorio sudcaliforniano, los servidores públicos del Comité Estatal de Protección Civil se mostraron desinteresados.
Aun cuando la Conagua advirtió del riesgo de lluvias extraordinarias, los funcionarios de Morena no pensaron en que el peor riesgo son las lluvias que genera el fenómeno sin tocar tierra, ignoraron todo protocolo y reaccionando de manera tardía; para su suerte, los efectos fueron menores a los pronosticados.
“Ha habido clases normales conforme se ha incrementado la afluencia en las escuelas, tendremos reunión de Protección Civil, someteremos a consideración de las compañeras y compañeros consejeros para citar a reunión y ahí estaremos en tiempo de poder definir la evolución del fenómeno, si habrá clases sobre todo en Los Cabos; habrá tiempo de avisar a la población”, confirmó Homero Davis Castro.
Los Cabos pecó de precavido, inmediatamente tomó determinaciones ante el tortuguismo burocrático del Comité Estatal, para cuando el gobierno estatal pensaba abrir los refugios temporales, sin antes suspender las labores educativas.
El alcalde Óscar Leggs Castro les dio una lección importante: cuando está en juego la vida de los ciudadanos, no hay que escatimar con recursos y decisiones, por ello, sin coordinación alguna, tomó decisiones.
“Están aperturados diez albergues, ya tenemos los de Cabo San Lucas, sin embargo, no hemos dado la instrucción de la evacuación, ya están operando y hay 56 personas. Seguimos llevando gente a los albergues, sobre todo de la zona de San José del Cabo”, expresaría.
Evidenciada la falta de coordinación, sorpresivamente en Los Cabos ya se había determinado la suspensión de labores educativas por el riesgo que implica para los pobladores, desde salir de sus domicilios, cruzar arroyos y llegar a una escuela.
La decisión se tomó sin consultar a las autoridades de Protección Civil estatal, y es obvio, se estaban tardando, por lo cual el Municipio antepuso el riesgo de la creciente de arroyos.
“Debido a los escurrimientos que se han estado registrando en Cabo San Lucas y San José del Cabo, que no haya clases el día de mañana para evitar cualquier accidente en el traslado”, consideró el alcalde.
Tal vez haya repercusiones en contra de Los Cabos, pero fue el único municipio en actuar conforme a las circunstancias, aunque después del jalón de oreja en redes sociales, tras compartir un video en el que se le ve despreocupado y hasta bromeando horas antes de los efectos del huracán “Pamela”, rectificó “a tiempo”, por decirlo de alguna manera.