Por las separaciones que tiene en su estructura el puente vehicular que va del Chaparral a Zona Río, se requiere una inmediata atención, consideró Marco Antonio Campoy Arce, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana, A.C.
Explicó que la estructura tiene una separación “grave” de alrededor de 15 centímetros en las juntas que unen al puente, armado con diferentes tramos. Dicha separación puede ser consecuencia del asentamiento del propio puente, la temperatura y la estructura del mismo.
La separación de los pasamanos o de la estructura de los parapetos a veces es afectada por choques de vehículos, por lo que es necesaria una revisión exhaustiva para determinar las causas, así como la vida útil y las posibles soluciones.
La determinación de cerrarlo a la circulación tendría que hacerla el Ayuntamiento con base en esa revisión exhaustiva, con expertos en temas estructurales y la propia autoridad, para saber qué está causando este fenómeno de separación entre cada tramo que mantiene unido el puente.
“En este caso se requiere una atención inmediata, para estar seguros de que no es un riesgo o que esté vulnerable si no se atiende”, reiteró el especialista en entrevista con este Semanario.
Sobre el estado del puente de El Chaparral, la alcaldesa Montserrat Caballero indicó a este Semanario que en las próximas semanas, personal de Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) revisará la estructura.
La colocación de la barra metálica -en una de las tres separaciones- del puente “es una acción de contención, no propiamente de reparación, ya que por ser un puente federal no podemos intervenir más allá de algo superficial, porque podríamos tener responsabilidad directa si dañásemos su estructura”, agregó.
En opinión de Campoy Arce, si bien el puente fue hecho con recursos federales, la primera autoridad en atención debe ser el Ayuntamiento.
“La cuestión administrativa habría que agotarla en los tres órdenes de gobierno. La responsabilidad es de quién lo construyó y de dónde salieron los recursos, pero lo que sí solicita la ciudadanía es que se atienda de inmediato, solicitud que está fundamentada en el riesgo”.
En ese sentido, el especialista recordó que Tijuana está en una zona sísmica; “entonces, entre más vulnerables estén las estructuras el riesgo es mayor”.
Consideró que el puente de Los Olivos -que también cruza el Río Tijuana y presenta grietas en cabezales y trabes, así como en su loza superior- tiene una característica de más riesgo debido a circulaban camiones de carga.
A finales de agosto de 2021, la autoridad municipal colocó señalamientos viales para que los conductores del transporte de carga no utilicen la estructura.
Campoy Arce aseguró que el Colegio de Ingenieros seguirá pugnando para que las nuevas autoridades municipales hagan un plan de mantenimiento en los puentes vehiculares y en los ferroviarios, de modo que sean revisados y se elabore una ficha técnica de cada uno en la que se establezca su estado estructural, de alumbrado y pavimento.
Algunos puentes de ferrocarril que requieren de revisión son el Cuauhtémoc, el Puente Negro, el de la 20 de Noviembre que es el Nodo Express. Otro que se llama Alcantarilla, el García, el de Los Olivos y otro en el kilómetro 17 que está por el Florido. Esto último ante la implementación del tren interurbano Tijuana-Tecate, agregó.