Zapopan, Jalisco.- Galardonado con el Mayahuel de Plata en la trigésima sexta edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, el cineasta español y médico psicólogo Julio Medem compartió perspectivas del cine que ha estructurado en su carrera, personajes, historias, argumentos y decisiones que cambiaron su experiencia en el séptimo arte, mismo que hoy lo reconoce en la tierra del mariachi y el tequila.
“Todos tenemos un lado femenino, supongo, cuando hice ‘Lucía y el sexo’ se creó una relación entre un escritor y su lectora favorita, una relación entre el que sugestiona y la sugestionada… fue también un recorrido que hice con ella. Hay un común denominador en mis películas es que los personajes siempre están escapándose de algo, quieren encontrar un renovarse. La tragedia me atrae muchísimo, pero en el momento en que escribo las historias no estoy buscándola, sino me dejo guiar por una idea visual, yo no me hago una estructura para saber el final, ni el clímax, prefiero que mis cintas sean un poco imprevisibles que no sea una consecuencia lógica, por supuesto, con un sentido narrativo”, subrayó Medem en un conversatorio sostenido en el Conjunto Santander.
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“Lo que hago en el montaje es la última versión de la escritura del guión dado que paso de tener imágenes en una pantalla blanca a través de las letras de una secuencia, diálogos, y después viene el experimentar, retroalimentarme con propuestas del montaje, y del desarrollo.
Recuerdo mi padre me enseñó a filmar en súper 8 (formato) pasajes familiares y quedé fascinado, y empecé a rodar cortos que despertaron esos momentos mágicos, la textura, entonces pensé que algún día podría expresarme, luego escribí una novela en la que contaba mi vida, de mi enamoramiento por la vecina. Supe que quería hacer cine, pese a que mi padre me enfatizó que mi timidez no me ayudaría a ser el capitán de ese barco, por lo que decidí ser psiquiatra, pero sin dejar hacer cortos que me llevaron a filmar en 35 mm. Hoy, me doy cuenta lo mucho que ha influenciado mis estudios médicos a la hora de escribir las historias y crear los personajes, sus conflictos dramáticos y tragedias”.
Respecto al recurrente uso de la temática del sexo, añadió: “Pues quizá debería ir al psiquiatra para que me digan qué me pasó, por qué recurrir al sexo, pero es mi manera de ultra intimar en los personajes, me meto tanto que me convierto en ellos, no me meto de afuera a dentro, sino muchas veces ya estoy dentro. Es un viaje al fondo del alma y la mente. A través del sexo hay una historias de amor que nacen y se fortalecen. El sexo ha sido muy importante para intimar, retratar esos personas y sus relaciones. Yo mismo me enamoré absolutamente de mi mujer a través del sexo”.
Referente al manejo de sus actores, el cineasta español señaló que a sus histriones los pasa por una especie de sesión psicológica en la que estudia cómo éstos entran en sus personajes: “He encontrado que algunos rompen en llanto, y ahí me doy cuenta que ya están dentro del personaje, que lo habitan, y ese proceso me gusta de verdad de mi profesión, y me establece parámetros para dirigirlos, por supuesto también que llevan una pauta de introspección. Claro que también propongo improvisaciones y entonces la última versión del guión la escribo como consecuencia de los ensayos”, apuntó el realizador galardonado, quien calificó la experiencia de rodar como la más agotadora, preciosa y feliz.
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En ese compartir, Julio Medem, autor de cintas como “Habitación en Roma”, “Lucía y el sexo”, “Ma ma”, “Caótica Ana”, “Los amantes del círculo polar” y “El árbol de la sangre”, afirmó que entre sus decisiones más complicadas fue rechazar el rodaje de “El Zorro”, con Antonio Banderas y Anthony Hopkins, por no poder cambiar nada en el guion, ni aportar ideas para un trabajo por encargo: “Había motivos financieros suficientes para hacerla, me ofrecían una cantidad de dinero que bueno en fin ni siquiera ahora he ganado en toda mi vida, no me miraba haciendo ‘El Zorro’, no tenía nada que ver conmigo, no me sentí siendo el adecuado para filmarla. Fue un agobio ese momento, pero le contesté a Steven Spielberg que no, y no se lo podían creer, pero yo sentí que no podía aportar nada”, dijo.
En relación a los personajes y cómo recurrer a su pasado, Medem agregó estar interesado en descubrir cómo vivieron su infancia y adolescencia, entenderlos, saber cómo resolvieron su pasado, y avivar catársis como ahora lo hará en un nuevo formato, las series:
“Llevo 3 años pensando en hacer series, escribiéndolas, creándolas, y esperando para dirigirlas. Quiero hacer cine en las series,
historias más profundas. Es muy enriquecedor tener ahora la posibilidad de contar historias más largas, me siento escritor de ellas. Pronto filmaré ‘Jai Alai’, una serie sobre pelotaris vascos que fueron a jugar a Miami en los 70’s, es la historia de amor y muerte de un padre y su hijo, con 10 mil personas sentadas disfrutando del místico deporte, en un ambiente bestial en el que se mueve mucho dinero, y en el que aparecen las mafias irlandesas, y los narcos colombianos que ayudan a luchar contra estos. Y por supuesto con toda la espectacularidad del juegos del frontón de 3 paredes y el sonido de la velocidad de la pelota que va a 300 km/h”, adelantó.
