Ensenada, Baja California. En el corazón de un valle de frondosas tonalidades verdes, con el ligero aroma y sensación a vino, con pequeños destellos de la brisa marina, fue insertado el escenario y las carpas que delimitaron primero la verbena, y después el danzón provocado por los oriundos ‘de Iztapalapa para el mundo’, Los Ángeles Azules, quienes minutos después de las 22:30 horas saltaron al templete para celebrar la vida bailando.
Dos millares y medio, quizá un poco más, fueron cobijados con el cariño armonioso de la cumbia, a la que Los Ángeles Azules rinden tributo con su interpretar. Al compás del acordeón, metales, coreografía, coros, bajo, guitarra, congas y timbales, la semi orquesta tropical chilanga, arrancó suspiros y el desvelo de los bajacalifornianos que se reunieron la noche de ayer en la Hacienda Chichihuas, centro ceremonial de bailes y libertad.
Canciones como “La cumbia del infinito”, “Cumbia coqueta”, “Juventud”, “Cumbia a la gente”, “20 rosas”, “Mi niña mujer” y “Las maravillas de la vida” fueron interpretadas en un entorno climático frío, pero ante el regocijo candente de los bailes circulares, los coros, rostros extasiados, y trajes brillosos.
Bailando en sinfonía, la cumbia se tornó de etiqueta al ritmo de violines armoniosos, elegantes cellos, y tambores rimbombantes que acrecentaron el espectáculo coloreado por luces y el sentir de los presentes que celebraron la vida junto a los protagonistas de la noche, a quienes les fueron dedicados los aplausos, la euforia, vitorear y el cantar celestial de los bajacalifornianos.
La noche se consumió entre coreografías chilangas que tributaron la sazón tropical encunada en la capital mexicana, y servida a la mesa a unos pasos de La Misión y Santa Rosa, donde los asados humearon el entorno de un cielo semi despejado que pintó una Luna resplandeciente durante la jornada musical a la que agregaron los emblemáticos temas “Nunca es suficiente”, “Cómo te voy a olvidar”,
“Amor a primera vista”, “17 años”, “El listón de tu pelo”, “Mis sentimientos”, “Mi niña mujer”, entre otros que consagraron el inicio de la helada madrugada del domingo.