Zapopan, Jalisco.- Sin ser oficialmente el país invitado, arribó una embajada de más de 50 profesionales, muestra de 19 películas, y múltiples proyectos chilenos a la trigésima sexta edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, cautivando por su apuesta, ojo crítico, construcción fílmica, unidad y paso firme a base de compartir identidades, intereses y lenguajes comunes.
Abriéndose espacio en la fiesta cinemátográfica más grande de Latinoamérica, Chile ha ocupado diversos espacios de las secciones de festival e industria, con títulos “El cielo está rojo” (documental), y la última película de Claudia Huaiquimilla, “Mis hermanos sueñan despiertos”, además de competir por el Premio Rigo Mora con el cortometraje de animación “Bestia”, y “Los huesos”, ganador en el Festival de Cine de Venecia; sin olvidar la participación en el Encuentro de Coproducción.
Referente a su participación, Jorge O’Ryan, director general de ProChile señaló que por su importancia en la industria audiovisual, el FICG es un hito fundamental para Chile porque este año tienen como objetivo profundizar la presencia de sus producciones de ficción, documental y/o animación, gestar networking, y vincular la industria chilena en DocuLab, Guadalajara Construye y Encuentro de Coproducción.
A su vez, Constanza Arena de CinemaChile añadió: “Como marca sectorial de todo el audiovisual chileno en ficción, documental y animación, en formato largo, corto y seriado, hemos construido un vínculo con el festival que se remonta a más de 12 años de antigüedad, fundada sobre la base de un trabajo colaborativo, con una particular atención a nuestra filmografía”.
En el rubro Largometraje Iberoamericano Ficción destacan títulos cinematográficos como “Inmersión”, dirigida por Nicolás Postiglione; “Matar a la bestia”, de Agustina San Martín; “Piedra Noche”, de Ivan Fund; “Mis hermanos sueñan despiertos”, de Claudia Huaiquimilla, misma que estrenó en el Festival Internacional de Cine de Locarno, en Suiza; mientras en Largometraje Iberoamericano Documental: “El cielo está rojo” (Francina Carbonell); al mismo tiempo que tres más en Cortometraje Iberoamericano Ficción: “Una historia de amor imposible”, de Javier Mardones; “Soñé que vivía”, dirigido por Sebastián González; y “Una Casa en la Arena”, de Cristóbal García.
El cine de animación chileno es representado por “Deshabitada” (Camila Donoso); “Bestia” (Hugo Covarrubias); y “Los huesos” (Cristóbal León y Joaquín Cociña), cuyas temáticas subrayan su panorama diverso y consolidación de su industria, a la que sumaron la muestra de la cinta ambiental “Nidal”, un documental que muestra cómo la industria inmobiliaria ha desestabilizado el entorno natural en la costa de Chile, obligando a los habitantes y escenarios naturales de la región a encontrar nuevas formas de adaptarse y sobrevivir, y que se sumó al proyecto “FILM4CLIMATE” que tiene como objetivo crear conciencia sobre el cambio climático a través del cine y su producción.
Con notable participación, la embajada fílmica chilena también cautivó al FICG con sus propuestas en los Encuentro de Coproducción con proyectos como “Ahora vienen por nosotros”, “Animales”, “Jirafas”, “La habitación blanca”, y “Volver a casa”, además de el documental “Bajo sospecha”, de Daniel Díaz en DocuLab: Laboratorio de Documentales; “El baile de los que sobran” de Ángel Linares y Emilio Aguilar en Episodio 0: Series en desarrollo; sin olvidar el corte previsional de “Historia y geografía”, dirigido por Bernardo Quesney en Guadalajara Construye, donde buscará financiamento.