— ¿Cómo se llama tu mujer?
“Lucía Fernanda”.
— Bonito nombre.
“De cariño le llamo Lucifer”.
Autor: Mejor así lo dejamos.
Borracho de madrugada
Suena el timbre de una casa a las tres de la mañana. El dueño abre la puerta y se encuentra con un completo desconocido, borracho, diciéndole:
— Señor, por favor, ¿me haría el favor de empujarme un poco, que…?
“Pero, ¡cómo se atreve a tocar a mi puerta a las tres de la madrugada! Yo a usted ni lo conozco, y en tres horas me tengo que levantar para irme a trabajar. ¡Deje de molestarme y váyase de mi casa!”.
El borracho se disculpa y se va obediente y cabizbajo. El dueño regresa a su cuarto, muy molesto; se queda insomne y empieza a sentir un poco de remordimiento de conciencia:
“Y si me hubiera pasado a mí… ¿Si mi auto se quedara tirado en medio de la madrugada y nadie me ayudara a empujarle? Debemos ayudar al prójimo, ¡sabe Dios lo lejos que estará ese hombre de su casa! Hay que ser solidario”.
Total, que decide salir a buscar al borracho. Abre su puerta y ya no hay nadie, más que el parque de en frente, medio a oscuras, y decidió gritar:
“¿Dónde está el que necesita que le empujeeeeee?”.
En eso el borracho responde a lo lejos:
“¡Aquiiiiiiiií! ¡En el sube y baja!”.
Autor: Un sobrio y desvelado.
La secre
Enfadado, un jefe dice a la secretaria:
— ¿Es que no oye el teléfono, señorita? ¿Por qué no contesta?
“¿Para qué, si todas las llamadas son para usted?”.
Autora: La que se dice “asistente”.
La cocinera nueva
– Mi nueva cocinera es un sol.
“¿Guisa bien?”.
– No, ¡lo quema todo!
Autor: El chef.
Lotería
Una mujer quería comprar un número de lotería, pero estaba indecisa sobre qué números escoger. Se dirige al joven vendedor:
— Quiero jugar a la lotería, pero la verdad es que no sé cómo escoger los cinco números.
¿Me puede ayudar?
“Claro. Por ejemplo, dígame. ¿Cuántas veces ha salido usted del país?”.
— Cuatro veces.
“Perfecto, ese es su primer número, el 4. Ahora dígame, ¿cuántos hijos tiene?”.
— Dos hijos.
“Okey, ese es su segundo número. ¿Y cuántos libros ha leído este año?”.
— Cinco.
“Ahora cuénteme, ¿cuántas veces al mes hace ya sabe qué con su marido?”.
— Oiga, eso es muy personal, ¿no cree?
“Bueno, ¿quiere o no ganar la lotería?”.
— Bueno… dos veces al mes.
“Bien. Ahora que ya entramos en confianza, dígame: ¿Cuántas veces en su vida le ha puesto los cuernos a su marido?”.
— Perdone, joven, pero ¡no soy de esas mujeres sueltas!
“Está bien, está bien, no se enoje, eso quiere decir que cero veces. Ya lo tengo. Su número es el 4-2-5-2-0.
Efectivamente la mujer compra la serie completa y al día siguiente lo primero que hace es mirar el periódico. Encuentra que el número ganador del premio es 4-2-5-2-7 y, furiosa, exclama:
“¡¡¡Eso me pasa por mentirosa!!!”.
Autor: Anónimo del Super Lotto.
La nocturna
Dos obreros de la construcción hablan durante el almuerzo:
— ¿Sabes quién es Miguel de Cervantes?
“Pues no…”.
— ¡Qué tonto eres! Deberías ir a la nocturna.
Y al día siguiente, vuelve a preguntar:
— ¿Sabes quién es Albert Einstein?
“Pues no…”.
— ¡Qué tonto eres! Deberías ir a la nocturna.
Y otra vez, al siguiente día, el mismo obrero pregunta:
— ¿Sabes quién es Karl Marx?
“Pues no…”.
— ¡Qué tonto eres! Deberías ir a la nocturna.
Ya harto, el compañero responde:
— Y tú, ¿sabes quién es Pedro Toro?”.
“Pues no…”.
— ¡Qué tonto eres! Es el tipo que sale con tu mujer ¡mientras vas a la nocturna!”.
Autor: Pepe Toro.
La novia del marido
Dos amigas conversan de amores, cuando una le dice a la otra:
— ¡Lo que hay que ver! Resulta que después de dos años de relación, ayer mi novio me habló de matrimonio.
“¿Y qué te dijo?”.
– ¡Que es casado y tiene dos hijos!
Autor: Ex novio