Mientras Miguel Ángel Badiola sigue cosechando impunidad para no ser investigado por el fraude que le acusan empresarios tijuanenses de haber cometido en su contra -junto a su secretaria-, utilizando como “anzuelo comercial” un concierto de Los Tucanes de Tijuana organizado por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, al apoyar en relaciones públicas al fiscal general del Estado, Guillermo Ruiz, y entregar reconocimiento al gobernador Jaime Bonilla por parte de la misma Canirac, su esposa, Irma Contreras, mejor conocida como Irma Badiola, intentó ir más allá. Durante la etapa de transición del gobierno municipal de Tijuana, presionó para que su nombre apareciera en la terna para convertirse en secretario de Seguridad Pública del Ayuntamiento. La propuesta llegó, dicen, hasta la oficina de la hoy alcaldesa, Montserrat Caballero Ramírez, quien la descartó de inmediato al no contar con experiencia, la señora Badiola, en materia de seguridad. Y efectivamente, Irma Contreras no ha llegado ni a mando medio en las áreas de seguridad, donde ha intentado adentrarse. Donde sí se mantuvo por algún tiempo, y más por recomendación-presión de cuota priista, fue en la ahora Comisión Estatal de Derechos Humanos, y entonces Procuraduría de los Derechos Humanos. La esposa del publirrelacionista de Jorge Hank, aseguran en el XXIV Ayuntamiento, no quedó conforme con el nombramiento de Fernando Sánchez como secretario de Seguridad de Tijuana y no quita el dedo del renglón para ser incluida en el gabinete de la primera mujer en ser electa alcaldesa de la ciudad. A ver cómo le va.