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viernes, febrero 16, 2024
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“Stalin tenía el equivalente de su mañanera con cientos de mentiras diarias”: Alberto Ruy-Sánchez

“(Hugo López-Gatell) Un pseudocientífico que dice que la mascarilla no sirve, y que después dice que sí y luego dice que no”, expresó el escritor mexicano Alberto Ruy-Sánchez en la IV Bienal Mario Vargas Llosa que se lleva a cabo en la Universidad de Guadalajara

 


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Guadalajara, Jalisco.- Durante la IV Bienal Mario Vargas Llosa que se lleva a cabo en Guadalajara del 23 al 26 de septiembre, el escritor Alberto Ruy-Sánchez lamentó la política del Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, contra la pandemia por COVID-19, citándolo -pero sin nombrarlo- como “pseudocientífico”, el viernes 24 de septiembre, en el segundo día del acontecimiento literario.

Durante su participación en la mesa “Esperar lo inesperado. La pandemia y los riesgos de la libertad” en la IV Bienal Mario Vargas Llosa, Alberto Ruy-Sánchez enlazó el tema de los regímenes tanto de México (Andrés Manuel López Obrador) como de Nicaragua (Daniel Ortega), con el totalitarismo del dictador ruso, Stalin, que gobernó la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) desde 1929 hasta su fallecimiento en 1953.


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“La idea del tapabocas está íntimamente vinculada a la idea de la muerte que nos rodea, pero se necesita tiempo y se necesita perspectiva; pero lo que ha sucedido en México, como esto de los científicos, es tan grave como lo de Sergio (Ramírez); y además va en perspectiva.

“Lo de Sergio (Ramírez) es parte de un proyecto autoritario (del gobierno de Daniel Ortega de Nicaragua) que está en marcha; es un proyecto autoritario que está en marcha pero que está avanzando para criminalizar todo lo que sea diferente y quitar la autonomía de todo”, expresó el escritor Alberto Ruy-Sánchez en el segundo día de la IV Bienal Mario Vargas Llosa que transcurrió en el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara.

Luego, Alberto Ruy-Sánchez hizo franca alusión al Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, aunque sin nombrarlo:

“Ahora, muchos amigos me contaban cómo los niños en diferentes lugares son súper responsables con la mascarilla y yo, lo que he comprobado en los testimonios que tengo, es que en México no sucede porque tú tienes el ejemplo desde la gente que dicta la política: un pseudocientífico (Hugo López-Gatell) que dice que la mascarilla no sirve, y que después dice que sí y luego dice que no; eso se llama políticas públicas, y eso afecta nuestra libertad y afecta nuestra posibilidad de pensarnos y de seguir vivos. Entonces, esta política pública, que ha producido hasta ahora más de 600 (mil) muertos, según los cálculos matemáticos de Arturo Erdely, si llegamos al final de esta pandemia o a la normalización vamos a llegar en México a un millón de muertos, ¿quién va a hacer el juicio por el atentado de dignidad humana que hay en esto?”, cuestionó Alberto Ruy-Sánchez en la mesa titulada “Esperar lo inesperado. La pandemia y los riesgos de la libertad” que compartió con Rosa Montero, Rodrigo Blanco y Karina Sainz Borgo.

Posteriormente, al hacer uso de la voz, Alberto Ruy-Sánchez evocó a los autores rusos perseguidos durante la dictadura de Stalin en la entonces URSS:

“Yo soy muy estudioso del mundo soviético, de los totalitarismos, porque yo me pregunto por qué está regresando esto; porque yo empecé a escribir en una época (mi primer oficio fue el cine, mi primer trabajo fue trabajar en la Cineteca de México), en un momento en que se nacionalizó el cine mexicano, nadie podía hacer una película si no era con el Estado; nadie podía exhibir una película si no era con el Estado, y claro, eso estaba vinculado en mi persona a un interés por ser el Eisenstein (Letonia, 1898 – Rusia, 1948), y darme cuenta que no era el ídolo nada más de una poética interesante, sino que era el gran propagandista del Estado totalitario soviético; y bueno, es un tema que me interesó y lo he seguido trabajando”.

“La realidad, y muchos de mis amigos y compañeros se dan cuenta, es que a los artistas soviéticos, a los que les fue peor, son a los que creyeron en la Revolución; los que no creyeron en la Revolución se fueron antes. Los perseguidos, los sentenciados, los asesinados, son los que creyeron en la utopía de que había que cambiar el mundo, entre ellos un poeta, Mandelshtam (Varsovia, 1891-URSS, 1938), que perteneció a la Generación de Plata junto con Ana Ajmátova (Bolshoj, 1889 – Komarovo, 1966”, rememoró Ruy-Sánchez.

“Todos ellos eran comprometidos o, por lo menos, se sentían concernidos por lo que pasaba políticamente, todos querían que cayera el zarismo, entonces escribían y lo que escribían tenía una influencia, y de pronto dejó de tenerla, porque al llegar el totalitarismo, se miente sistemáticamente; o sea, Stalin tenía el equivalente de su mañanera con cientos de mentiras diarias. Y Hannah Arendt dice algo muy concreto: cuando se miente a diario, el problema no es que la gente crea las mentiras, el problema es que se deja de diferenciar qué es verdad y qué es mentira”, sentenció Alberto Ruy-Sánchez haciendo evidente alusión a las conferencias matutinas del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
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