El Lector se habrá dado cuenta o no, pero un gran sector del morenismo se manifestó a favor de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en torno a la despenalización del aborto, sentencia que representará una directriz para los estados y su legislación al respecto. Varios personajes a nivel nacional y local generaron una postura, la mayoría de las morenistas a favor, salvo una persona que se silenció por completo en el tema: la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila Olmeda. Por cierto, embarazada, no hizo un solo posicionamiento al respecto, pese a que su partido se origina en la izquierda y que precisamente Morena, cuenta con perfiles muy definidos en torno a los derechos de la mujer, totalmente alineados con el feminismo. Ávila guardó silencio, a pesar que el diputado Juan Manuel Molina García, presidente de la Mesa Directiva del Congreso y un bloque de mujeres dentro del Congreso del Estado, tienen el interés de avanzar en la agenda progresista, y uno de los temas trascendentales es precisamente despenalizar la interrupción del embarazo. La postura de Marina se sabrá una vez que tome posesión, cuando será evidente si apoya o no la agenda progresista, o se mantiene en el conservadurismo. En Baja California el aborto es punible, salvo que el producto tenga una malformación o sea fruto de una violación, pero tanto los protocolos de actuación como la postura del Estado ante este tema, resultan abrumadores, al grado que cualquier tipo de interrupción del embarazo -aunque sea demostrado como un aborto espontáneo- lleva una investigación y registro por parte del Ministerio Público.